¿Hay
alguien, en Europa o en cualquier otra parte del mundo, que no quiera
defender a sus seres queridos de una posible amenaza? ¿Que no desee
alejar la sombra terrible de la violencia de su vida y la de los
suyos? ¿Que no sueñe con un futuro en el que sus hijos e hijas, los
de sus amigos y vecinas puedan vivir en paz, desarrollarse como
personas, tener trabajos dignos, habitar un planeta habitable, tener
un techo sobre sus cabezas, disfrutar de la cultura o de las
relaciones sociales enriquecedoras y constructivas y vivir vidas
libres de todo tipo de violencias? La sociedad necesita la seguridad
que da una sanidad y educación públicas de calidad para todas las
personas, la juventud necesita una casa donde vivir, nuestros mayores
no quieren ver peligrar su pensión y, sobre todo, no queremos que
nuestros hijos y nietos vivan el horror de la guerra.
Juan Diego Botto y Carolina Yuste, durante la lectura del manifiesto contra el rearme de la UE frente al Congreso de los Diputados
¿En
qué medida exactamente contribuye a ese futuro en paz el aumento
desenfrenado del gasto militar que se proponen aprobar los gobiernos
europeos sin debate ciudadano, sin transparencia ni detalle y con
urgencia? ¿Qué parte de esos miles de millones va destinada a
mejorar la educación, la sanidad, la terrible situación de la
vivienda, la precariedad en la cultura, la armonía medioambiental o
la solidaridad internacional? ¿No sería necesario invertir en
mayores esfuerzos políticos y diplomáticos que ante las amenazas de
agresión busquen caminos de diálogo todavía no explorados?
¿Es
estúpido, simplista o naif desear esto, defender la paz y la
justicia social? ¿Es quizá más inteligente, elaborado y maduro
creer que los vientos de guerra, el lenguaje belicista y la apuesta
por las armas traerán un futuro mejor?
Artistas y colectivos rechazan el rearme europeo por la paz.
No,
no nos resignamos a la guerra. El rearme de Europa no traerá la paz,
no contribuirá a la distensión, sino que nos acercará aún más a
la guerra. Los contextos militaristas suelen ir acompañados, además,
de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales, originan
miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos
de represión y de autoritarismo, como ya se está empezando a ver.
Algunos de los firmantes del manifiesto contra el aumento del gasto en defensa frente a la Cámara baja.
Nos
preocupa que esta estrategia lleve a una larga guerra con Rusia, que
sabemos que no es para defender el Derecho Internacional Humanitario,
la libertad, los derechos humanos o para proteger a los más débiles.
De ser así, la actitud frente a Netanyahu sería la misma que frente
a Putin. Esta Europa que calla o, peor aún, apoya a Israel en su
genocidio en Gaza y Cisjordarnia e incluso persigue a quienes lo
denuncian, necesita redefinir claramente cuáles son esos valores
comunes cuya defensa se plantea como justificación para el rearme.
La
ciudadanía de nuestro país ha demostrado sobradamente en el pasado
su compromiso con la paz y con las políticas antibelicistas. Forman
parte de nuestra memoria colectiva reciente las multitudinarias
manifestaciones en contra de la guerra de Irak impulsada de manera
ilegal por el Gobierno de José María Aznar, el movimiento de
rechazo a la permanencia de nuestro país en la OTAN que llegó a
movilizar más del 43% del voto emitido en aquel lejano referéndum,
o el movimiento de lucha contra el servicio militar obligatorio hasta
su eliminación en el año 2001.
El
aumento del gasto militar europeo -hasta 800.000 millones de euros en
cuatro años- anunciado por la presidenta de la Comisión Ursula von
der Leyen, se va a realizar a través de un mecanismo de
excepcionalidad que evitará el debate en los parlamentos y, en
general, la información clara y detallada a la ciudadanía europea.
No
podemos ni queremos aceptar que el dinero de nuestros hospitales
públicos, nuestras escuelas y nuestras Universidades públicas,
nuestro sistema de atención a la dependencia, nuestras políticas de
protección y de cobertura social para los momentos de dificultad, de
lucha contra el cambio climático, la violencia machista, el racismo
o de protección frente a emergencias, de cooperación, vaya a ser
destinado a comprar tanques, fusiles, cazas y misiles para la guerra,
porque así lo hayan decidido las élites belicistas que gobiernan
actualmente Europa y los EEUU.
La
verdadera seguridad que necesitamos es la seguridad vital que nos
aportan con su sola existencia nuestras pensiones públicas, nuestros
médicos y médicas de atención primaria, nuestros tratamientos
gratuitos en hospitales públicos contra cualquier dolencia o
enfermedad que nos afecte, nuestra formación garantizada en escuelas
y Universidades públicas que nos dotan de igualdad, nuestro sistema
de becas, nuestras prestaciones por desempleo en caso de necesidad,
el Ingreso Mínimo Vital, nuestros bomberos y bomberas apagando
incendios en nuestros montes o rescatando gente en nuestros pueblos y
ciudades cuando se desata una emergencia, o el desarrollo y puesta en
práctica de políticas públicas feministas que avancen en la
defensa y protección de los derechos de las mujeres y en la lucha
por la erradicación de las violencias machistas.
Los
climas bélicos se diseñan en cómodos despachos, pero son los
pueblos quienes pagan las consecuencias. Por ello, este momento es de
extrema importancia para disipar la tensión creciente y defender un
modelo de paz, de bienestar social y de ampliación de derechos para
todos. El momento presente requiere de responsabilidad, políticas
audaces, altura de miras y cultura de paz.
No
nos resignamos a la guerra, porque no queremos la paz de los
cementerios, porque la historia nos demuestra que el único camino
realista para conseguir la paz no es militar, sino político.
Pónganse manos a la obra y trabajen por la paz, se lo exigimos.
Léelo
en Euskera, Galego, Asturianu y Català en este
enlace.
Primeras
personas firmantes de la cultura, la academia y el activismo:
Aitana
Sánchez-Gijón, Aitor Merino, Alberto San Juan, Almudena Carracedo,
Amparo Sánchez -Amparanoia-, Ana Rosetti, Ana Turpin, Àurea Márquez
Alonso, Carlos Bardem, Carlos Olalla, Carolina Yuste, Edurne Portela,
Enrique Gracia, Fele Martínez, Fernando Berlín, Gabriela Wiener,
Gerardo Tecé, Gervasio Sánchez, Gorka Otxoa, Guillermo Toledo,
Isaac Rosa, Javier Bardem, Javier Corcuera, Javier Gallego, Joan
Roura, Jonathan Martínez, Jose Ovejero, Juan Diego Botto, Lola
Bañón, Luis Pastor, Luis Tosar, Luz Olier, Manuel Rivas, María
Botto, Marta Belenguer, Marta Sanz, Marwan, Montserrat Cano, Montxo
Armendáriz, Muerdo, Nathalie Poza, Nüll Garcia, Nur Levi, Olga
Rodríguez, Pedro Pastor, Puy Oria, Raúl Tejón, Roberto Montoya,
Rosa Maria Artal, Rosana Pastor, Rozalen, Sergio Peris-Mencheta,
Teresa Aranguren, Victor Claudin. Albert Caramés, Alejandro Pozo,
Amaia Pérez Orozko, Ana Barrero, Carlos Taibo, Carmen Magallón,
Cecile Barbeito, David Bondia, Elena Grau, Enric Tello, Enrique
Quintanilla, Eva Aladro, Fernando Luengo, Fernando Valladares, Ferrán
Izquierdo, Gabriela Serra, Helena Maleno, Irene Comins, Itziar Ruíz
Gimenez, Jaime Pastor, Javier Raboso, Jokin Alberdi, Jordi Calvo,
Jordi Mir, Jordi Muñoz, Jorge Riechmann, José Angel Ruiz, Josep M.
Royo, Juan Hernández, Koldobi Velasco, Luca Gervasioni, Luis Rico,
Manuela Mesa, Marco Aparicio, Maria Oianguren, María Isasi, Mario
López, Martí Olivella, Maria Villellas, Marina Caireta, Miquel
Carrillo, Montserrat Cervera, Pedro Ramiro, Pepe Beunza, Pere Brunet,
Pere Ortega, Salvador López Arnal, Sani Ladan, Sonia París, Tica
Font, Tom Kucharz, Vicenç Fisas, Víctor Alonso Rocafort, Yayo
Herrero...
Primeras
organizaciones firmantes:
AIPAZ,
Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Instituto Novact de
Noviolencia, WILPF España (Liga Internacional de Mujeres por la Paz
y la Libertad), Greenpeace España, Dones per dones, Gernika
Gogoratuz, Justícia i Pau, Escola Cultura de Pau, CEIPAZ, Cátedra
UNESCO de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaume I de
Castelló, Comisión General Justicia y Paz España, EIRENE cultura
para la Paz, Associació Catalana per la Pau, UNIPAU (Universitat
Internacional de la Pau), Mujeres de Negro contra la Guerra-Madrid,
Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada (IPAZ), Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte, Fundación
Mundubat, Setem, Comissió Catalana d' Acció pel Refugi (CCAR),
Lafede. cat - Organitzacions per a la Justícia global, Ecologistas
en Acción, Rebel·lió o Extinció Barcelona, Fundación Finanzas
Éticas, Caminando Fronteras, Observatori del Deute en la
Globalització (ODG), Hegoa, Asociación Pro Derechos Humanos de
Andalucía-APDHA, Fundación Alboan, USTEC·STEs (IAC), Coordinadora
Valenciana de ONGD, Carne Cruda, Asociación Paz con Dignidad, Paz y
Desarrollo, Centre Internacional Escarré per les Minories Ètniques
i les Nacions (CIEMEN), Solidaridad Internacional, Grupo Estudios
Africanos e Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid,
Comité Oscar Romero, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Coordinadora Galega
de ONG para o Desenvolvemento, FETS, Finançament Ètic i Solidari,
Fundación Seminario de Investigación para la Paz, La Coordinadora
de Organizaciones para el Desarrollo-España, Coordinadora Andaluza
de ONGD, Mujeres de Negro contra la guerra, Futuro en Común,
EduAlter, Economistas sin Fronteras, ATTAC España, Càtedra UNESCO
de Desenvolupament Humà Sostenible Universitat de Girona,
Coordinadora Extremeña de ONGD, International Peace Bureau
Barcelona, Instituto de Desarrollo Social y Paz-Universitat Jaume I,
Coordinadora de ONG de Desarrollo de Canarias, Institut de Drets
Humans de Catalunya, Ca Revolta, CGT-Confederación General del
Trabajo, Plataforma en Defensa del Sistema Sanitario Público,
Spanish Revolution, Confederación de STES-Intersindical, Xarxa
Consum Solidari, GHECO (Grupo de Investigación en Humanidades
Ecológicas), Fundació Pere Casaldàliga, Acció Catòlica Obrera
(ACO), Comunidades Cristianas Populares Valencia, Asociación para la
Defensa de la Sanidad Pública de Leon, Proyecto Hombre Murcia, Obrim
fronteres València, Desarma Madrid,...
Puedes
adherirte en tu propio nombre o en representación de tu organización
en este
enlace.