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miércoles, 26 de marzo de 2025

Manifiesto: 'No nos resignamos al rearme y a la guerra en Europa'

 



     ¿Hay alguien, en Europa o en cualquier otra parte del mundo, que no quiera defender a sus seres queridos de una posible amenaza? ¿Que no desee alejar la sombra terrible de la violencia de su vida y la de los suyos? ¿Que no sueñe con un futuro en el que sus hijos e hijas, los de sus amigos y vecinas puedan vivir en paz, desarrollarse como personas, tener trabajos dignos, habitar un planeta habitable, tener un techo sobre sus cabezas, disfrutar de la cultura o de las relaciones sociales enriquecedoras y constructivas y vivir vidas libres de todo tipo de violencias? La sociedad necesita la seguridad que da una sanidad y educación públicas de calidad para todas las personas, la juventud necesita una casa donde vivir, nuestros mayores no quieren ver peligrar su pensión y, sobre todo, no queremos que nuestros hijos y nietos vivan el horror de la guerra.


Juan Diego Botto y Carolina Yuste, durante la lectura del manifiesto contra el rearme de la UE frente al Congreso de los Diputados

¿En qué medida exactamente contribuye a ese futuro en paz el aumento desenfrenado del gasto militar que se proponen aprobar los gobiernos europeos sin debate ciudadano, sin transparencia ni detalle y con urgencia? ¿Qué parte de esos miles de millones va destinada a mejorar la educación, la sanidad, la terrible situación de la vivienda, la precariedad en la cultura, la armonía medioambiental o la solidaridad internacional? ¿No sería necesario invertir en mayores esfuerzos políticos y diplomáticos que ante las amenazas de agresión busquen caminos de diálogo todavía no explorados?

¿Es estúpido, simplista o naif desear esto, defender la paz y la justicia social? ¿Es quizá más inteligente, elaborado y maduro creer que los vientos de guerra, el lenguaje belicista y la apuesta por las armas traerán un futuro mejor?


Artistas y colectivos rechazan el rearme europeo por la paz.


No, no nos resignamos a la guerra. El rearme de Europa no traerá la paz, no contribuirá a la distensión, sino que nos acercará aún más a la guerra. Los contextos militaristas suelen ir acompañados, además, de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales, originan miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos de represión y de autoritarismo, como ya se está empezando a ver.


Algunos de los firmantes del manifiesto contra el aumento del gasto en defensa frente a la Cámara baja.

Nos preocupa que esta estrategia lleve a una larga guerra con Rusia, que sabemos que no es para defender el Derecho Internacional Humanitario, la libertad, los derechos humanos o para proteger a los más débiles. De ser así, la actitud frente a Netanyahu sería la misma que frente a Putin. Esta Europa que calla o, peor aún, apoya a Israel en su genocidio en Gaza y Cisjordarnia e incluso persigue a quienes lo denuncian, necesita redefinir claramente cuáles son esos valores comunes cuya defensa se plantea como justificación para el rearme.

La ciudadanía de nuestro país ha demostrado sobradamente en el pasado su compromiso con la paz y con las políticas antibelicistas. Forman parte de nuestra memoria colectiva reciente las multitudinarias manifestaciones en contra de la guerra de Irak impulsada de manera ilegal por el Gobierno de José María Aznar, el movimiento de rechazo a la permanencia de nuestro país en la OTAN que llegó a movilizar más del 43% del voto emitido en aquel lejano referéndum, o el movimiento de lucha contra el servicio militar obligatorio hasta su eliminación en el año 2001.

El aumento del gasto militar europeo -hasta 800.000 millones de euros en cuatro años- anunciado por la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen, se va a realizar a través de un mecanismo de excepcionalidad que evitará el debate en los parlamentos y, en general, la información clara y detallada a la ciudadanía europea.

No podemos ni queremos aceptar que el dinero de nuestros hospitales públicos, nuestras escuelas y nuestras Universidades públicas, nuestro sistema de atención a la dependencia, nuestras políticas de protección y de cobertura social para los momentos de dificultad, de lucha contra el cambio climático, la violencia machista, el racismo o de protección frente a emergencias, de cooperación, vaya a ser destinado a comprar tanques, fusiles, cazas y misiles para la guerra, porque así lo hayan decidido las élites belicistas que gobiernan actualmente Europa y los EEUU.

La verdadera seguridad que necesitamos es la seguridad vital que nos aportan con su sola existencia nuestras pensiones públicas, nuestros médicos y médicas de atención primaria, nuestros tratamientos gratuitos en hospitales públicos contra cualquier dolencia o enfermedad que nos afecte, nuestra formación garantizada en escuelas y Universidades públicas que nos dotan de igualdad, nuestro sistema de becas, nuestras prestaciones por desempleo en caso de necesidad, el Ingreso Mínimo Vital, nuestros bomberos y bomberas apagando incendios en nuestros montes o rescatando gente en nuestros pueblos y ciudades cuando se desata una emergencia, o el desarrollo y puesta en práctica de políticas públicas feministas que avancen en la defensa y protección de los derechos de las mujeres y en la lucha por la erradicación de las violencias machistas.

Los climas bélicos se diseñan en cómodos despachos, pero son los pueblos quienes pagan las consecuencias. Por ello, este momento es de extrema importancia para disipar la tensión creciente y defender un modelo de paz, de bienestar social y de ampliación de derechos para todos. El momento presente requiere de responsabilidad, políticas audaces, altura de miras y cultura de paz.

No nos resignamos a la guerra, porque no queremos la paz de los cementerios, porque la historia nos demuestra que el único camino realista para conseguir la paz no es militar, sino político. Pónganse manos a la obra y trabajen por la paz, se lo exigimos.



Léelo en Euskera, Galego, Asturianu y Català en este enlace.



Primeras personas firmantes de la cultura, la academia y el activismo:


Aitana Sánchez-Gijón, Aitor Merino, Alberto San Juan, Almudena Carracedo, Amparo Sánchez -Amparanoia-, Ana Rosetti, Ana Turpin, Àurea Márquez Alonso, Carlos Bardem, Carlos Olalla, Carolina Yuste, Edurne Portela, Enrique Gracia, Fele Martínez, Fernando Berlín, Gabriela Wiener, Gerardo Tecé, Gervasio Sánchez, Gorka Otxoa, Guillermo Toledo, Isaac Rosa, Javier Bardem, Javier Corcuera, Javier Gallego, Joan Roura, Jonathan Martínez, Jose Ovejero, Juan Diego Botto, Lola Bañón, Luis Pastor, Luis Tosar, Luz Olier, Manuel Rivas, María Botto, Marta Belenguer, Marta Sanz, Marwan, Montserrat Cano, Montxo Armendáriz, Muerdo, Nathalie Poza, Nüll Garcia, Nur Levi, Olga Rodríguez, Pedro Pastor, Puy Oria, Raúl Tejón, Roberto Montoya, Rosa Maria Artal, Rosana Pastor, Rozalen, Sergio Peris-Mencheta, Teresa Aranguren, Victor Claudin. Albert Caramés, Alejandro Pozo, Amaia Pérez Orozko, Ana Barrero, Carlos Taibo, Carmen Magallón, Cecile Barbeito, David Bondia, Elena Grau, Enric Tello, Enrique Quintanilla, Eva Aladro, Fernando Luengo, Fernando Valladares, Ferrán Izquierdo, Gabriela Serra, Helena Maleno, Irene Comins, Itziar Ruíz Gimenez, Jaime Pastor, Javier Raboso, Jokin Alberdi, Jordi Calvo, Jordi Mir, Jordi Muñoz, Jorge Riechmann, José Angel Ruiz, Josep M. Royo, Juan Hernández, Koldobi Velasco, Luca Gervasioni, Luis Rico, Manuela Mesa, Marco Aparicio, Maria Oianguren, María Isasi, Mario López, Martí Olivella, Maria Villellas, Marina Caireta, Miquel Carrillo, Montserrat Cervera, Pedro Ramiro, Pepe Beunza, Pere Brunet, Pere Ortega, Salvador López Arnal, Sani Ladan, Sonia París, Tica Font, Tom Kucharz, Vicenç Fisas, Víctor Alonso Rocafort, Yayo Herrero...



Primeras organizaciones firmantes:



AIPAZ, Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Instituto Novact de Noviolencia, WILPF España (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad), Greenpeace España, Dones per dones, Gernika Gogoratuz, Justícia i Pau, Escola Cultura de Pau, CEIPAZ, Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaume I de Castelló, Comisión General Justicia y Paz España, EIRENE cultura para la Paz, Associació Catalana per la Pau, UNIPAU (Universitat Internacional de la Pau), Mujeres de Negro contra la Guerra-Madrid, Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada (IPAZ), Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte, Fundación Mundubat, Setem, Comissió Catalana d' Acció pel Refugi (CCAR), Lafede. cat - Organitzacions per a la Justícia global, Ecologistas en Acción, Rebel·lió o Extinció Barcelona, Fundación Finanzas Éticas, Caminando Fronteras, Observatori del Deute en la Globalització (ODG), Hegoa, Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía-APDHA, Fundación Alboan, USTEC·STEs (IAC), Coordinadora Valenciana de ONGD, Carne Cruda, Asociación Paz con Dignidad, Paz y Desarrollo, Centre Internacional Escarré per les Minories Ètniques i les Nacions (CIEMEN), Solidaridad Internacional, Grupo Estudios Africanos e Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, Comité Oscar Romero, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Coordinadora Galega de ONG para o Desenvolvemento, FETS, Finançament Ètic i Solidari, Fundación Seminario de Investigación para la Paz, La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo-España, Coordinadora Andaluza de ONGD, Mujeres de Negro contra la guerra, Futuro en Común, EduAlter, Economistas sin Fronteras, ATTAC España, Càtedra UNESCO de Desenvolupament Humà Sostenible Universitat de Girona, Coordinadora Extremeña de ONGD, International Peace Bureau Barcelona, Instituto de Desarrollo Social y Paz-Universitat Jaume I, Coordinadora de ONG de Desarrollo de Canarias, Institut de Drets Humans de Catalunya, Ca Revolta, CGT-Confederación General del Trabajo, Plataforma en Defensa del Sistema Sanitario Público, Spanish Revolution, Confederación de STES-Intersindical, Xarxa Consum Solidari, GHECO (Grupo de Investigación en Humanidades Ecológicas), Fundació Pere Casaldàliga, Acció Catòlica Obrera (ACO), Comunidades Cristianas Populares Valencia, Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Leon, Proyecto Hombre Murcia, Obrim fronteres València, Desarma Madrid,...



Puedes adherirte en tu propio nombre o en representación de tu organización en este enlace.


sábado, 22 de marzo de 2025

Rearmar Europa

 

 Por Fabrizio Verde  
      Director de l'AntiDiplomatico.


¿Se siente usted amenazada/o por Rusia? ¿De verdad? Lo que sí nos amenaza es el recorte de gasto social que el rearme implica. O la subida de impuestos, que recaerá básicamente en los de siempre.



     Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, impulsa un plan que no sólo es irresponsable sino potencialmente catastrófico para el futuro de Europa: el llamado RearmEurope, un proyecto de 800.000 millones de euros para rearmar el continente en nombre de una supuesta amenaza rusa. Sin embargo, este plan no sólo se basa en premisas cuestionables, sino que corre el riesgo de arrastrar a Europa a una espiral de tensiones y conflictos que nadie desea, desviando recursos preciosos de prioridades urgentes dada la crisis económica en la que languidece el viejo continente.


La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un discurso en Copenhague.

Una amenaza inexistente

La idea de que Rusia representa una amenaza inminente para Europa es una narrativa que necesita ser desacreditada. Rusia no tiene intención de atacar a los países europeos. No habría ninguna razón lógica, estratégica o geopolítica para ello. Por el contrario, Moscú ha expresado reiteradamente su deseo de entablar un diálogo y normalizar las relaciones con Occidente. La retórica belicosa alimentada por algunos líderes europeos, incluida Von der Leyen, no sólo es infundada, sino que corre el riesgo de crear una profecía autocumplida, impulsando una nueva guerra que perjudicaría a todos, especialmente a los ciudadanos europeos. Un conflicto que podría tener consecuencias catastróficas.




En lugar de invertir 800.000 millones de euros en armas y sistemas militares, Europa debería centrarse en reconectarse con Rusia, promover el diálogo, la diplomacia y la cooperación económica. La historia enseña que el aislamiento y la militarización no conducen a la paz, sino sólo a mayor división y conflicto. La historia enseña pero no tiene alumnos, advirtió Antonio Gramsci.

Un plan loco y contraproducente

El plan RearmEurope no sólo es inútil, sino también profundamente perjudicial. Gastar una cantidad astronómica de dinero para rearmar Europa significa quitar recursos vitales a sectores clave como la educación, la salud, las pensiones y la innovación tecnológica. En un momento en que Europa se enfrenta a desafíos sin precedentes agobiada por un peso llamado euro, invertir una cantidad tan grande de fondos en armas es un lujo que no puede permitirse.

Además, este plan corre el riesgo de alimentar una carrera armamentista que desestabilizará aún más el continente. Rusia, percibiendo una amenaza creciente, podría responder fortaleciendo su propio arsenal militar, creando un círculo vicioso de miedo y hostilidad. Europa, en lugar de ser un actor de paz y mediación, corre el riesgo de convertirse en un foco de tensiones, con consecuencias impredecibles para la seguridad global.

Sin embargo, más allá de las premisas cuestionables de este proyecto, es necesario arrojar luz sobre la figura de la propia von der Leyen, cuyo pasado está plagado de escándalos e ineficiencias que la hacen completamente inadecuada para liderar una iniciativa de esta magnitud.

El escándalo de los consultores: un precedente inquietante

Durante su mandato como ministra de Defensa alemana (2013-2019), Ursula von der Leyen estuvo en el centro de uno de los mayores escándalos de la política alemana reciente: el Berateraffäre, el escándalo de los consultores. Una comisión de investigación del Parlamento alemán descubrió que el Ministerio de Defensa, bajo su liderazgo, otorgó contratos multimillonarios a consultores externos sin una supervisión adecuada, violando así las normas de contratación pública. Entre 2015 y 2016, el Ministerio gastó hasta 150 millones de euros en consultores externos, pero oficialmente solo declaró una fracción: alrededor de 2,9 millones. Esta discrepancia ha planteado serias dudas sobre la transparencia y la integridad de la gestión de von der Leyen.

En muchos casos, los contratos se adjudicaron a través de una red de conexiones personales, favoreciendo a empresas como Accenture y KPMG. Por ejemplo, Timo Noetzel, un ejecutivo de Accenture, tenía vínculos personales con Katrin Suder, entonces subsecretaria de Estado del Ministerio de Defensa. Ambos se conocían desde sus días en McKinsey, y esta relación levantaba sospechas de favoritismo. Si bien no hay evidencia directa de la participación personal de von der Leyen en estas irregularidades, ha trascendido que su ministerio llevó a cabo una investigación interna superficial y defectuosa, que muchos parlamentarios han calificado como un intento de encubrir el caso.


Ursula von der Leyen y la entonces subsecretaria de Estado de Armamento, Katrin Suder, salpicadas por el escándalo.

Von der Leyen admitió haber cometido “errores” en la gestión de los consultores, atribuyendo los mismos a la negligencia y la sobrecarga de personal. Sin embargo, esta justificación no ha convencido a los críticos, quienes han señalado que la falta de disciplina y transparencia ha permitido que florezca una red de favoritismo. Matthias Höhn, miembro del partido Die Linke, calificó el manejo del asunto por parte de von der Leyen como "una flagrante falta de liderazgo" y señaló que la falta de medidas disciplinarias había enviado un mensaje equivocado al ministerio: que las reglas se pueden ignorar sin consecuencias.

Ineficiencias y desperdicios: un pesado legado

Además del escándalo de los consultores, el mandato de von der Leyen como ministra de Defensa estuvo marcado por una serie de ineficiencias y despilfarro que dañaron aún más su reputación. Durante su mandato, las fuerzas armadas alemanas enfrentaron numerosos problemas, incluida escasez de equipos, retrasos en los proyectos de modernización y una burocracia ineficiente. Por ejemplo, el proyecto de compra de nuevos helicópteros y vehículos blindados se ha retrasado repetidamente y sus costes se han disparado.

Von der Leyen intentó justificar estos fracasos argumentando que el Ministerio de Defensa era una organización obsoleta que necesitaba una reestructuración radical. Sin embargo, su enfoque, basado en el uso masivo de consultores externos, no produjo los resultados prometidos. Más bien, creó un sistema en el que los consultores adquirieron una influencia excesiva sobre las decisiones estratégicas del ministerio, a menudo a expensas de la eficiencia y la transparencia.

En resumen, ha demostrado que no tiene capacidad para gestionar los recursos públicos de manera transparente y eficiente. Su defensa del uso de consultores externos, a pesar de claras irregularidades, y su fracaso a la hora de garantizar una supervisión adecuada de las contrataciones públicas son señales preocupantes. Confiarle la dirección de un proyecto como RearmEurope es como darle las llaves de un deportivo a un piloto que ya ha demostrado que no sabe conducir.

El plan RearmEurope es un error colosal y Ursula von der Leyen no es la persona adecuada para liderar a Europa en esta dirección.



Fuente: EL VIEJO TOPO