Mostrando entradas con la etiqueta Mar Menor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mar Menor. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de febrero de 2025

Manifiesto de las asociaciones ecologistas y medio ambientales de la Región de Murcia acordado en el encuentro de Peña Zafra de Abajo, Abanilla

 

 De PAEM-PBQ  
      Plataforma de Afectados por la explotación minera de Peña Zafra, Balonga y Quibas (PAEM-PBQ)


Somos representantes del empoderamiento popular, ciudadanos que, ante la injusticia medioambiental, nos revelamos y demandamos soluciones basadas en la naturaleza y la salud, mantenemos una lucha medio ambiental activa por los ecosistemas, paisajes y recursos naturales.






MANIFIESTO DE CASAS RÍOS



Los colectivos abajo firmantes nos reunimos el pasado 18 de enero de 2025 en Casas Ríos (Peña Zafra de Abajo, Abanilla), donde se llevó a cabo una jornada de intercambio de experiencias, expusimos nuestras luchas y reivindicaciones, observando cómo coincidimos en muchas problemáticas que están afectando a todo el territorio de la Región. Los asistentes representamos a diferentes territorios de la geografía de la Región de Murcia, que de una forma u otra están amenazados por la contaminación y daño medio ambiental, sea por tóxicos de origen industrial, agrario, ganadero o minero.




Reunidos, analizamos y discutimos los diferentes puntos que deberían respaldar y fortalecer nuestra sociedad actual. Constatamos una realidad y dinámica regional de destrucción, física, cultural y moral, una Región degradada y sin futuro halagüeño, dominada por un capitalismo salvaje y depredador.

Por todo lo anterior acordamos el siguiente MANIFIESTO:

  1. La situación de la Región es lamentable, sin regir la democracia ni la ley, sino un poder económico codicioso, mimado e impune, que se impone sin control social alguno, y donde el que contamina no paga ni repara, sólo antepone su interés. Los colectivos mostramos nuestra indignación y cansancio ante tanta impunidad cómplice.

  2. El poder político está sometido, es incompetente, sin voluntad hacia los intereses generales y habitualmente está supeditado sólo a los intereses económicos de unos pocos.

  3. El poder judicial es consentidor, incompetente y cobarde, transmisor de violencia legal, pues no garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva con relación al derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y proteger la salud de las personas (artículos 43 y 45 de la Constitución Española, derechos fundamentales de la Declaración Universal de Derechos Humanos, entre otros), que produce una permanente insatisfacción social, demostrando una insensibilidad sistemática. Destacamos la incompetencia y la falta de voluntad de los jueces y fiscales relacionados con el Medio Ambiente en nuestra Región.

  4. En la Región gobierna una impunidad generalizada para las agresiones ambientales, que directamente implican un ataque a la salud humana de los murcianos y a la salud de nuestros ecosistemas.

  5. La sociedad civil está adormecida, manipulada, condescendiente y sin brújula ni líderes.

Algunas entidades o instituciones científicas tienen un comportamiento en nuestra Región parcial, con interés y descuidando el marco bioético que debería regir. La ciencia siempre ha de ayudar a la evolución de una sociedad, siendo absolutamente imparcial.

Todos los medios de comunicación deberían incidir con mayor prioridad, rigor y profundidad en la gravedad de las amenazas que nos acechan, sin sesgos y con imparcialidad.

El sistema educativo debería también incidir en la capacidad de crítica y la concienciación, fomentando el análisis del alumnado, acerca de las causas que han conducido a la actual degradación del medio ambiente y las medidas a adoptar.


  1. Somos representantes del empoderamiento popular, ciudadanos que, ante la injusticia medioambiental, nos revelamos y demandamos soluciones basadas en la naturaleza y la salud, mantenemos una lucha medio ambiental activa por los ecosistemas, paisajes y recursos naturales.


Nos rebelamos contra la impostura de unos y otros, sean del mundo de la política, sean de la economía, sean de la sociedad civil. Se ha permitido durante mucho tiempo la pérdida de nuestro patrimonio, han desaparecido entornos rurales, pedanías, enclaves naturales, fuentes y manantiales, entre otros.

No podemos evitar percibir a la oposición política desarmada, irrelevante, cansada y sin imaginación.


Por todo lo anterior, EXIGIMOS a las distintas Administraciones Públicas, tanto la Central, la Autonómica y la Local, así como al Sistema Judicial:

- Un especial interés y un esfuerzo incrementado de actuaciones en relación con la conservación, protección y recuperación de los recursos hídricos (ríos, acuíferos, manantiales, fuentes), llamando la atención a la extracción ilegal de éstos, para conseguir eliminar la sobreexplotación y la contaminación de aguas superficiales y subterráneas. Así mismo exigimos una verdadera evaluación y revisión de las transformaciones ilegales o irregulares producidas desde 1990.

- Con respecto al Mar Menor y en general al litoral murciano, que se realicen actuaciones para solucionar en origen las causas de la degradación de nuestros mares y no permitir que se siga incumpliendo la legislación vigente que protege nuestra laguna salada. Que las sanciones sean ejemplarizantes para los infractores, de manera que no solo paguen y/o vayan a la cárcel, sino que también restauren el daño ocasionado. También que se acabe la interminable burocracia y falta de voluntad política para solucionar la problemática del Mar Menor, que lleva décadas sin realizar ninguna intervención efectiva.

- Unas políticas restrictivas a los nuevos regadíos y la agricultura intensiva en general, debido a que este modelo agrario, por el exceso del uso de fertilizantes y pesticidas, es una de las principales causas de contaminación de las aguas superficiales, subterráneas, suelo y aire, suponiendo un verdadero problema de salud pública.

- El freno inmediato de la expansión de la ganadería intensiva, impidiendo más permisos para ampliación o implantación de nuevas granjas.

- La suspensión o moratoria frente a los proyectos actuales para la instalación de plantas de biogás en toda la Región, hasta que se apruebe la normativa pertinente que regule este sector con las máximas garantías para los ciudadanos, rechazando la justificación esgrimida como solución global al problema de los purines generados por una ganadería intensiva sobredimensionada y que sigue creciendo sin control.

- El riguroso cumplimiento de la normativa vigente en la gestión de las canteras, minas y molinos relacionados con el extractivismo, con duras sanciones, obligando a la restauración de las zonas dañadas y vigilando activamente la contaminación que estas empresas generan. Exigimos el cierre cautelar de las empresas contaminadoras hasta que se ajusten estrictamente a una actividad respetuosa y acorde con el entorno y la población que le rodea, un trabajo activo de las administraciones y de la justicia para que se evite burocracia innecesaria y se agilice tanto los procesos de investigación como los de prevención en pro de la conservación del medio ambiente y de la salud de la ciudadanía, no permitiendo bajo ningún concepto la contaminación de diferentes tóxicos (metales pesados, polvo, gases, etcétera).

- Un plan regional de energías renovables, excluyendo las macroplantas solares y los grandes parques eólicos que sólo sirven para verter a la red sin repercutir en el bienestar de los murcianos, implicando una pérdida de espacios naturales en nuestro entorno. Este plan, ha de ajustarse a una ordenación territorial respetuosa con la biodiversidad y el entorno natural, promoviendo el autoconsumo y las comunidades energéticas. Debe constituir un elemento fundamental de la política energética regional, un verdadero proceso de decrecimiento en la demanda de energía no renovable.

- Políticas encauzadas a la mitigación del cambio climático, enfocadas a sectores como el del transporte, la ordenación del territorio, y la educación social. Además, queremos advertir sobre las manipulaciones climatológicas, clandestinas e ilegales, que no se deben consentir (cañones antigranizo entre otros).


Foto de José Coy

Las asociaciones abajo firmantes nos comprometemos a mantener este flujo de intercambio de experiencias, avanzando juntas, apoyándonos, con el propósito de mantener la lucha ambiental en la Región, en beneficio de la sociedad civil, su salud y bienestar:




- Por un Mar Vivo

- Extinction Rebellion

- Banderas Negras

- Alianza Mar Menor (AMARME)

- Plataforma de Afectados por la explotación minera de Peña Zafra, Balonga y Quibas (PAEM-PBQ)

- Coordinadora A por el 45 de la Región de Murcia

- STOP BIOGAS Molina

- Directo del Bancal

- ABATAR

- Conexión Río Chícamo

- Asociación de vecinas y vecinos de Peña Zafra de Abajo

- Asociación para la Custodia del Territorio y Desarrollo Sostenible (ACUDE)

- Consejo de Defensa del Noroeste

- AMACOPE

- EliJo Yoga

- Plataforma suelos contaminados Cartagena

- Plataforma aire limpio

- STOP Metales Pesados

- Fundación Montescola

- Coordinadora para la conservación y recueración de la sierra y la bahía de Portmán

- Asociación PROCABO

- Club Atalaya-Ateneo de la Villla de Cieza


Fuente: El Latido

miércoles, 22 de enero de 2025

Primera reunión de asociaciones en la lucha ambiental de la Región de Murcia, celebrada el pasado sábado, en Peña Zafra de Abajo

 

 De PAEM-PBQ 
      Plataforma de Afectados por la Explotación Minera en Peña Zafra, Balonga y Quibas.




Medio centenar de representantes y portavoces acudieron a este enclave afectado por la destrucción minera en La Sierra de La Pila y Sierra de Quibas


     El pasado 18 de enero se celebró en Casas Ríos (Peña Zafra de Abajo) la primera reunión de asociaciones de lucha ambiental de la Región de Murcia. Más de medio centenar de representantes y portavoces acudieron a este enclave afectado por la destrucción minera, en La Sierra de La Pila y Sierra de Quibas, pulmones de Fortuna y Abanilla. 


Foto: José Coy.


Pedro Costa Morata, ingeniero, sociólogo, líder de programa antinuclear de España y Premio Nacional de Medio Ambiente fue el encargado de dirigir la reunión, explicando los diferentes frentes de destrucción medioambiental que están acechando a la Región de Murcia.

Inma Nicolás Perea, doctora en Medicina e Investigación traslacional, de la Plataforma de afectados por la explotación minera (PAEM), junto a Carol Rivière, profesora y portavoz de la asociación Por Un Mar Vivo, se encargaron con el profesor Costa de moderar la jornada.

Las diferentes asociaciones expresaron sus experiencias y marco de actuación, se analizaron las actuales deficiencias políticas ambientales y la jornada transcurrió satisfactoriamente con el estudio y la apertura de diferentes líneas de colaboración y actuación conjunta para relanzar las luchas ambientales de la Región de Murcia.

La Región con tan sólo una ocupación del 2.9% del territorio español, alberga problemas medioambientales referentes a la contaminación de ríos, mares, manantiales y acuíferos como explicaron los portavoces de Por Un Mar Vivo, AMARME, Banderas Negras y el Consejo de Defensa del Noroeste.

Los suelos, el agua y el aire se contaminan suponiendo un riesgo en la Salud, la flora y la fauna de la Región, incluso poniendo en jaque a la única reserva fluvial de la Región, el río Chícamo, que nace de las entrañas de la dinamitada Sierra de Quibas, como manifestaron portavoces de Conexión Río Chícamo, asociaciones vecinales de Peña Zafra y Balonga y la propia PAEM-PBQ.

Tras políticas pasivas, los problemas se perpetúan dejando una herencia tóxica para las generaciones futuras como ha pasado en La Sierra Minera de Cartagena y La Unión, que tras la desaparición de la actividad se ha dejado un terreno contaminado sin que las empresas contaminadoras se hiciesen cargo y derivando ahora a una solución difícil por parte de la administración pública. El profesor Pedro Baños explicó cómo desastres como los de la Bahía de Portmán son consecuencias de acciones contaminantes sin control.

La destrucción de nuestro entorno, la contaminación del aire que respiramos repercute directamente en la Salud y desarrollo de las personas, como explicó la Dra. Nicolás. La pérdida de biodiversidad, paisaje y entornos naturales, como ocurre con fenómenos como las macro plantas solares, la agricultura intensiva o el extractivismo entre otros, incide directa y negativamente en el desarrollo de las personas.

El extractivismo voraz de las canteras y molino de Fortuna y Abanilla, impactan en la flora y fauna de la Sierra de La Pila y la Sierra de Quibas, respirar ese polvo y soportar ese ruido es incompatible con el desarrollo y salud de cualquier persona.

La PAEM-PBQ lleva más de 20 años denunciando las acciones de estas empresas, sin embargo y como coincidieron diferentes asociaciones, en la Región la burocracia es extensa, la administración no actúa y la justicia es ineficaz, liderada de fiscales, consejeros y directores que, tras múltiples denuncias acaban por archivar causas e investigaciones (como ha hecho recientemente el fiscal Díaz Manzanera), dejando a la población y a su ecosistema desprotegido, y obligando a los movimientos a recurrir a Estrasburgo.

La ILP del Mar Menor ha sido una de las victorias conseguidas por los movimientos ciudadanos, y a pesar de su aprobación, sigue combatiendo las adversidades de grupos políticos, que no respetan ni tan sólo una iniciativa social, respaldada y representada por una ciudadanía que exige medidas ya. Nuevas y agresivas amenazas secundarias de una ganadería industrial insostenible, están siendo objeto de multitudinarias protestas.

Así lo manifestaron y explicaron portavoces de STOP BIOGAS, cómo el exceso de macrogranjas junto a otros restos está impulsando la construcción de plantas de biogás, que amenazan con contaminar suelos y aguas y producir malas olores. Advirtieron de la peligrosidad en la salud por gases. El modelo que se está planteando en la Región es insostenible, y supone otra nueva amenaza para el Mar Menor.

Los ciudadanos ya están cansados que se les engañe y además se les quiera lavar la imagen a empresas contaminadoras con proyectos de greenwashing o premios medio ambientales, reportaron varias asociaciones. Convocatorias y manifestaciones sociales por la justicia climática son necesarias y complementan al resto de acciones, como explicó el portavoz de Extinction Rebellion, Pablo Montoto.

La manipulación del clima vino explicada de la mano de la Asociación del Sureste Contra la Manipulación del Clima, cómo en un territorio semiárido estas alteraciones, muchas veces protagonizadas por cañones antigranizo, son relevantes, obligando a que cada vez más se avance a un clima árido o desértico y poniendo en compromiso nuestra propia permanencia, con precipitaciones anuales inferiores a 300 l/m2en muchos puntos de la Región.

Todas las asociaciones coincidieron en los procesos largos y tediosos para defender y proteger el medio ambiente y la salud de las personas, la falta de políticas medioambientales y un sistema judicial ineficaz. El que contamina en la Región no paga, pero además se le permite seguir contaminando, vulnerando incluso Derechos Humanos recogidos en la Declaración Universal de la ONU de 1948, como manifestó en su intervención Amnistía Internacional.

Asociaciones asistentes: Amnistía Internacional, Asociación del Sureste Contra la Manipulación del Clima, Asociación para la Custodia del Territorio (ACUDE), AMACOPE, AMARME , Asociación de vecinas y vecinos de Peña Zafra de Abajo, Asociación de vecinos de La Zarza, Asociación del Sureste Contra la Manipulación del Clima, Banderas Negras, Cartagena-Oeste (San Isidro), Conexión Río Chícamo, ABATAR, Consejo de Defensa de Noroeste, Coordinadora A Por el 45 de la Región de Murcia, Coordinadora para la Conservación y Recuperación de Portmán, Directo del Bancal, Extinction Rebellion (XR), Finca de La Junquera, Plataforma de afectados por la explotación minera de Peña Zafra, Balonga y Quibas (PAEM-PBQ), Por Un Mar Vivo, STOP BIOGAS Mar Menor, STOP BIOGAS Molina, Vecinos de Macisvenda.

Fuente: El Latido

miércoles, 28 de febrero de 2024

El teatro del Mar Menor y la danza de los expertos

 

 Por Pedro Costa Morata


        Pasa el tiempo y los problemas -siempre agravados- del medio ambiente no suscitan de las instituciones el menor interés directo, serio y comprometido. Tampoco cuando nos enfrentamos a la situación del Mar Menor, como muestra “El Gran Debate” que, previsto para este 29 de febrero en el Ayuntamiento de Los Alcázares, exhibe el lema de que “El Mar Menor une a los grandes expertos en su materia”, y del que lo primero que ha llamado mi atención ha sido el formato del cartel anunciador, que más parece el del anuncio de un circo asentado en la localidad que el de una sesión para luchar por nuestra albufera. (Que no se me olvide: esa preciosa figura del caballito de mar, que marca y adorna el pasquín, ya no es un indicador de la limpieza de las aguas marmenorenses, sino una señal de frivolidad y ñoñería. Yo la hubiera sustituido por un campo ilimitado de lechugas sobre el que se distinguieran cuatro o cinco personajes barrigudos de frac, puro y chistera, abrazando bolsas de euros/dólares y meando nitrato diluido a lo largo de toda La Ribera, de cuyas aguas sobresalieran peces anóxicos).



En efecto, al día de hoy, convocar a un “gran debate” resulta tan demodé como ridículo. Y el unir a los “grandes expertos” es una tontería de tal calibre que suena a gilipollez. Así no se anuncian las cosas serias, que lo de los “expertos” hace tiempo que produce grima, y un gran debate hace mucho que sobrevuela al Mar Menor sin necesidad de personajes que vengan convocados a darle vueltas a lo que todo el mundo sabe y a marear la perdiz; todo ello, ejemplarmente ajustado a la moda del greenwashing aborrecido, a lo que ya las instituciones y las empresas se apuntan con entusiasmo, generalmente para encubrir sus vergüenzas.

Con esta introducción general quiero decir que, en estos momentos, obrar de este modo queda fuera de lugar y no dignifica a las instituciones, y por eso cuando tantos “expertos” son convocados a actuaciones de este tipo, estos debieran de ser más cuidadosos con su prestigio, estar alerta frente a la finalidad perseguida y ser siempre capaces de decir que no, si deducen que se les conduce a una impostura.

Pues decía que aparecen, en el elenco de figuras, buenos y malos, es decir, culpables de la contaminación del Mar Menor y defensores de su integridad ambiental. Me pregunto si es que los organizadores no quieren distinguir, si es que creen que puede hacerse “tajo parejo”, si cabe el “contraste de pareceres” entre unos y otros (¿para convertir a los malos en buenos, quizás?) y si es que “todos somos culpables”, “estamos en el mismo barco” o “hay que contar con todas las partes”. Y me contesto que, a estas alturas del problema, así no debe enfocarse lo del Mar Menor. Porque, menudas estupideces encierran todas esas posturas. La situación y los tiempos que corren marcan una única dirección: la guerra sin cuartel contra los culpables, lo que excluye toda convocatoria de ese tipo (carente de alma y tirón), ni siquiera por aquello de ser “elegantes” con el enemigo (ya que este no lo es con el Mar Menor, ni mucho menos).



De ese programa del día 29 aludiré a lo que más oportuno me parece, así que ni quiero ni, honestamente, puedo pretender un análisis global y minucioso. De la primera parte, el “debate ambiental”, yo podría tener alguna esperanza sobre que llevase a un debate conflictivo y a cara perro, dada la presencia del ingeniero Pedro Fernández, factótum de la Fundación Ingenio, esa formación guerrillera ultraderechista que, generosamente financiada por destacados enemigos del Mar Menor, avanza y marca tantos ante la inexistencia del frente crítico necesario (que ni siquiera tiene visos de organizarse). En este debate ambiental figuran dos ambientalistas, que yo conozca: Miguel Ángel Esteve, prestigioso biólogo y curtido ecologista, y Pedro García, líder de ANSE y antiguo (muy antiguo) ecologista. Sólo Esteve puede hacer frente a las pretensiones, aguerridamente antiecológicas, del ingeniero Fernández, pero ambos saben que el problema del Mar Menor no tiene nada de científico, ya que es eminentemente político, y que la tecnología que se maneja y propone no puede resolver nada importante, mucho menos las causas de la contaminación (que es de origen, precisamente, tecnológico: química orgánica e inorgánica, productos fitosanitarios...). Esteve deberá actuar en ecologista, más que en científico, sabiendo como sabe que la ciencia es una institución equívoca, que no puede pretender verdades absolutas y que se desenvuelve entre manoseos y canalladas; además de evitar que, en tiempos tan procelosos, llegue a convertirse en científico de Corte y Cámara. Pedro García es un empresario verde que se dedica a hacer negocios con todo quisque, incluyendo los enemigos activos del medio ambiente, y no es apto para debates de esa índole; acabo de ver a ANSE junto al Grupo Hortofrutícola Paloma -que atufa y envenena a los aguileños quemando residuos agrícolas cuándo y dónde quiere-, con no sé qué acuerdo conservacionista de colaboración, y hace nada ha sido beneficiado con un proyecto de la CHS de repoblación de un tramo del Segura con especies autóctonas de ribera, en lugar de criticar a esa entidad y calificarla -como debiera- de nido de prevaricadores; su alianza con la CHS, que evidentemente excluye cualquier tipo de crítica, es ignominiosa, y yo le pediría a Esteve y a su organización, Ecologistas en Acción, que se distancien urgente y expresamente de ANSE por tóxica y contaminante, y que se desprendan de esa cierta y perversa alianza que mantienen, con no poco de temerosa admiración (que empieza a llevarlos por el mismo mal camino).



En el segundo debate, el del “agua” destaco antes de nada que eso de señalar a dos participantes como “científico 1” y “científico 2” me recuerda a las obras de teatro, con esos figurantes anónimos, de relleno y sin lustre, identificados como “soldado 1”, “indio 2” o “aguadera 3”... muy en consonancia con el escenario de la farsa, tan vista y vieja. La presencia de Manuel Martínez Madrid, representante de la principal entidad responsable, directa e inmediata, de la asfixia del Mar Menor, que es la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, me invitaría a pensar que saltarán chispas en su encuentro con Julia Martínez, bióloga y ecologista, pero esta última lleva mucho tiempo contemporizando con el poder político, sufriendo su capacidad crítica de irremediable atenuación, y no la veo lanzándose a la yugular del Gran Regante, cuyos colmillos retorcidos son ya bien conocidos. Pero ya me contarán los asistentes.

De la tercera parte, “debate económico”, me permito dudar de que Vicente Carrión, de la COAG, sepa una palabra de los costes ambientales que esa gente ocasiona.                     

Del “debate social”, reconoceré la emoción que me suscita saber que en él estará un representante de PROEXPORT, puro extracto de agropoder y voz de esos que, para enviar sus productos al exterior, y ser competitivos, tienen que envenenar nuestras tierras y nuestras aguas, además de beneficiarse de la explotación de miles de seres humanos con salarios de miseria. No sé si Paca Baraza, que ahí aparece, entrará a ese trapo: el de los villanos de categoría que dicen ser la “Huerta de Europa” y exigen que se les reconozca el estatus de padres de la patria y alimentadores de la humanidad (o poco menos), tan satisfechos de sus fechorías. Como representante del Gobierno central, nada menos que como “Comisionada del Ciclo del Agua”, mi paisana Paca creo que no va a reconocer que quien manda en el agua es la CHS, autónoma e impune, a la que ni ella ni su Ministerio se atreven a meter mano, siendo como es la primera y la última responsable del ciclo del agua, y en consecuencia del desastre del Mar Menor; ni la van a limpiar de indeseables elaborando un paquete de expedientes a unos cuantos funcionarios y responsables. No: al parecer, la comisionada tiene la misión de organizar e incluso orquestar el ingente -y en gran medida inútil- gasto en proyectos y ocurrencias de freno de los nitratos que envenenan el Mar Menor, que irá a cargo de los dineros públicos (incluyendo la subvención generosa a los autores de estas perversidades), sabiendo ella muy bien que debieran ir a las espaldas de los contaminadores, es decir, del agropoder intocable del agrocantón murciano, y no del pueblo soberano; para una servidora pública de tan larga trayectoria estas cosas debieran hacerle temblar el pulso: menudo papelón. A la periodista Rosa Roda apenas la conozco, pero espero que, después, nos regale con alguno de sus sabrosos artículos con lo que vea y oiga en esa reunión, que tanto promete como danza de malvados, hipócritas e incautos. De las asociaciones locales se ha invitado a “Pacto por el Mar Menor”, de la que solo quiero destacar ese nombre, más inquietante que ambiguo: ¿Con quién se trata de pactar? ¿Qué tipo de pacto se desea para el Mar Menor, un pacto entre buenos y malos? ¿Un pacto entre todos ya que to er mundo es bueno? ¿Un pacto/acuerdo por el que reine la paz sin estrategia de recuperación, gestión y conservación, y sin que queden atribuidas claramente las responsabilidades y obligaciones de los culpables? Si es así, no hay mucho que esperar, ya que no es eso -pacto, negociación, generalización de culpas- lo que se necesita o se ha de buscar.


                      Paca Baraza


Finalmente, el “debate jurídico” cierra el programa, con la actuación conjunta de Teresa Vicente y Eduardo Salazar, que trabajan juntos y que por tanto no van a debatir nada; se trata de dos valiosos juristas que, por ello mismo, debieran de ser los primeros en desconfiar de la Ley, que es a lo que lleva el más profundo conocimiento del Derecho y su filosofía, siempre que no se excluya el análisis sociológico. Esto también afecta a esa ley que ellos en primer lugar se han currado, la famosa ILP del Mar Menor; ya que no se escamaron de la facilidad con que el texto se abría paso entre instituciones sin sensibilidad ambiental, ahora tienen que alarmarse de la hostilidad, aviesa y militante, del poder judicial, cuyos espolones reaccionarios cubren y disimulan, precisamente, las leyes. Se lo tengo dicho, ya que son amigos y admirados compas: tampoco son las leyes las que modifican, mejorándola de verdad, nuestra realidad atosigante, ya que son redactadas o aprobadas por fuerzas y agentes que reflejan una sociedad injusta y antiecológica, y sobre cuyo articulado hay que estar siempre en guardia; y que si se aprueban no se van a cumplir según el espíritu que se les quiso atribuir; y que si se cumplen será de forma parcial y temporal, ineficaz y frustrante.

Total, veo en esta reunión y en sus organizadores un miedo evidente a hacer política, que es lo que hay que hacer, sobre todo cuando interviene un ayuntamiento y se convoca a los “expertos” para tratar de un asunto tan integralmente político como es la degradación del Mar Menor. Un asunto de política económica, agraria en primer lugar, pero también urbanística, ecológica y social, en definitiva. Pero el Ayuntamiento de Los Alcázares -del que me dicen que no es el peor de entre los cuatro marmenorenses- no muestra intención alguna de comprometerse, alzar la voz o, mucho menos, capitanear la ofensiva en representación de sus vecinos y ciudadanos en general de ese entorno maltratado: si de verdad quiere esa corporación hacer algo que valga la pena, que se deje de postureos y hable con otra gente (y, si se atreve, que me convoque a tomar un café estimulante); ni los dos o tres políticos que intervienen sospecho que vayan a hablar de política y montar el pollo, como les correspondería.




Bueno, pues, amigos científicos, ambientalistas, economistas y políticos: así no se hacen las cosas, y ni los tiempos ni el Mar Menor están para citas repetitivas y aburridas de expertos y figurones, maniobras del poder incapacitado o conciliábulos de este jaez.