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martes, 29 de julio de 2025

Parar a esos arrogantes (y diabólicos) hijos de Yahvé

 

 Editorial de Rebelión Ecologista



     En comparación con el método nazi de las cámaras de gas, aquel elaborado recurso tecnológico para la eliminación de los judíos alemanes y eslavos con una muerte breve y seguramente poco dolorosa, la política israelí de matar de hambre a cientos de miles de personas (tras castigarlas con mortíferos bombardeos) resulta de una crueldad inaudita, que los asesinos del Tercer Reich no llegaron a ensayar; una atroz ironía de la historia ha hecho que aquellos nazis sean superados por los que se dicen descendientes o correligionarios de los por ellos exterminados, con la nota distintiva de que, con estos crímenes y esta guerra, los sionistas israelíes dicen que no hacen sino defenderse y demostrar la asistencia de Yahvé, ese Dios suyo que los declaró Pueblo Elegido y les regaló la Tierra Prometida.

Así, en la misma línea histórica de inhumanidad supremacista de aquellos nazis, estos sionistas se elevan a la cúspide del horror haciendo realidad un nuevo procedimiento de eliminación de sus víctimas, más pedestre, menos industrial, como es el masacrar a los hambrientos cuando acuden a los -escasos- puntos de ayuda. Todo ello, firmemente incrustado en una política de limpieza étnica formalmente planeada antes de la autodeclaración de independencia del Estado de Israel en 1948, que en el caso de Gaza ahora se revela como la eliminación de su población, por expulsión o asesinato, para colonizar ese territorio como un enclave de lujo que supere, nuevamente, la insania israelí al modo como aquellos kibutz “socialistas” se levantaron sobre las aldeas palestinas dinamitadas.


La población de Gaza, obligada a huir de sus casas una y otra vez.

En la -exitosa, imparable- marcha hacia sus objetivos, que esa banda de farsantes que mandan en Israel impone al mundo, cuentan más que nunca con el respaldo de los Estados Unidos, ahora dirigidos por ese Trump matón y delincuente, que ocupa con su alma negra una Casa Blanca desde la que sus inquilinos no han dejado de someterse (con ligeras y breves excepciones, siempre inhábiles para frenar a los sionistas) a la voluntad de Israel, pero que hoy día se hace expresamente solidaria con el genocidio. Aunque no es solo Trump el cómplice de la tragedia, sino todo ese euro-occidente que orgullosamente se reclama de unos “valores” (morales y políticos) que, sin el menor pudor, relaciona con la cultura y la tradición judeocristianas, ignorando arteramente los inmensos crímenes perpetrados por esa cultura y esa tradición. Unos valores que se “suspenden” cuando de contemplar los crímenes de Israel se trata, revelándose así como pamplinas carentes de ética pero llenas de hipocresía.


Hambre y desesperación para la población de Gaza.

Así, la masacre continuada de palestinos a manos del ejército de Israel, ha llegado a producir, al filo de los 60.000 asesinatos contabilizados, la observación de Kaja Kallas, representante europea para Política Exterior y de Seguridad, de que “podrían existir indicios de que el ejército israelí no respeta los derechos humanos Gaza y Cisjordania”, como así lo que recoge en un -agudo, como se ve- informe de la Comisión Europea. Y las tres principales potencias europeas (y algunas menores, como España) compiten desde el inicio de esta guerra, en cinismo y mala voluntad, que ahora creen disipar pidiendo o anunciando el reconocimiento de un Estado palestino, cuando ya esta eventualidad, claramente imposible, no molesta a Israel en absoluto, puesto que conseguirá anular a Gaza como entidad política o demográfica y se anexionará Cisjordania, también de iure, aprovechando los años de mando de Trump y la mínima respuesta general contra sus canalladas.


Hambre y desesperación para la población de Gaza.

El “reconocimiento” por cualquier Estado, sobre todo si es europeo (e incluyo a España), de un Estado palestino, vuelve a la injusticia originaria de la partición de Palestina por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y parece olvidar que ese fue el origen del conflicto, con las guerras y sufrimientos ocasionados. De tal modo que ninguna solución cabe sin respetar el derecho de autodeterminación escamoteado a los palestinos que habitaban en su día el territorio, permitiendo el regreso de los expulsados en 1948 y 1967 y, en definitiva, volviendo hacia atrás con el consenso internacional y contra la voluntad supremacista y expansionista de Israel. Algo que -hay que reconocerlo- queda muy lejos de cualquier perspectiva y que deja para la justicia de la Historia la necesaria, por inevitable, desaparición del Estado de Israel como persistente enemigo de la Humanidad, así como la recuperación de la segunda opción de 1947, de un Estado palestino unificado y binacional sobre todo el Mandato británico; una opción que solo pudo ser descartada, frente a la de la división en dos Estados, por las presiones y manipulaciones de Estados Unidos y los sionistas sobre los Estados remisos u opuestos a tal disparate, que eran mayoría.

Los crímenes escandalosos de Israel parecen haber logrado algunas alteraciones positivas en la imagen -ya no tan admirable y ni siquiera triunfante- del Estado sionista, siendo todavía necesaria una ofensiva mundial de denuncia y condena de las pretensiones profundas en las que Israel basa sus abusos que, siendo grotescamente religiosas, son en realidad ideológicas. Porque estos sionistas genocidas no pueden demostrar su filiación con Yahvé (tan cerca están de Satanás) ni aburrirnos con referencias bíblicas apelando a aquellos sus patriarcas receptores de las promesas exclusivistas de Yahvé… Nada de todo eso posee la menor consistencia y así lo demuestran la Historia y la Arqueología no vendidas al sionismo dogmático, que relegan esas elucubraciones a la categoría de mitos cuyo sustento hay que atribuir a la estupidez religiosa en general, crédula e inane ante el poder y el dinero (que son las señas de identidad del sionismo triunfante, tanto el cristiano como el judío).

Desde esta convicción apoyamos en Rebelión Ecologista todo tipo de boicot a cualquier intercambio cultural y económico con el Estado genocida. En especial las realizadas por las empresas que actúan en el Estado español, cesando de inmediato todas las compras y ventas de armamento.

¡Tomemos las calles en apoyo a Palestina denunciando el genocidio de su pueblo!

Fuente: Rebelión Ecologista




sábado, 12 de julio de 2025

Al menos un policía herido en otra noche de violencia contra los migrantes en Torre Pacheco

 

 Por Ana Lucas 
      Licenciada en Periodismo.



Peleas a botellazos, reyertas con cuchillos y daños a vehículos aparcados son un goteo en una jornada en la que permanece el refuerzo de la Guardia Civil y la Policía


     El municipio de Torre Pacheco afronta otra noche sumido en la espiral de violencia contra los migrantes, indican fuentes policiales y testigos presenciales.

Vecinos han efectuado numerosas llamadas a Emergencias para alertar de que están presenciando actos muy violentos: algunos afirman que los extranjeros han llegado a agredir a un menor de edad.

Los ánimos están muy caldeados y, de momento, hay un agente de la Policía Local herido, informan fuentes cercanas al caso.

Peleas a pedradas, riñas con cuchillos y daños a vehículos aparcados son una constante en una jornada en la que permanece el refuerzo de la Guardia Civil y la Policía Local. Precisamente un miembro de este cuerpo resultaba herido al recibir un golpe en la boca.

El sexagenario agredido en Torre Pacheco se desmarca de las 'cacerías': "Yo la violencia no la quiero".

Fuentes próximas y testigos apuntaron que también hay otro varón herido. Se trata de un hombre que sangra abundantemente por la cabeza.

Vecinos aseguraron que presenciaban desde sus casas concentraciones de marroquíes y ello les suponía una "actitud sospechosa". Alrededor, en el pueblo, numerosos contenedores ardían: en la batalla campal, algunos aprovechaban para pegar fuego al mobiliario urbano por gusto. La tensión, en algunas calles, iba en aumento, hasta el punto que efectivos de la Benemérita decidieron cerrar el paso a vías en las que se detectaron más tensión.


Torre Pacheco se sume en una espiral de violencia.

Quedadas por Telegram




La Policía ya tenía conocimiento esta tarde de quedadas por Telegram para repetir la 'cacería nocturna' y «buscar marroquíes». Por otro lado, los extranjeros, al sentir que están en la diana, también ponían sobre la mesa la opción de quedar y «defenderse».

Una espiral de violencia


Galería de imágenes de Iván J. Urquízar





























Torre Pacheco se ha sumido esta semana en una espiral de violencia a causa de la agresión sufrida por un jubilado, Domingo, a manos de un individuo que, aunque no ha sido identificado ni detenido, muchas personas tienen claro que es un extranjero sin papeles, específicamente originario de Marruecos.

Por este motivo, el viernes se convocó una concentración, a priori pacífica, pero que terminó en un estallido de violenciaLos agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil no llegaron a detener a nadie, pese a presenciar agresiones físicas, contra mobiliario urbanos, coches y personas. La razón: por seguridad. Fuentes policiales explican que, en situaciones así de hostiles, un arresto podría llegar a tensar aún más la cuerda y dar lugar a episodios aún más violentos.

Este sábado por la mañana se ha vuelto a organizar una concentración, que se ha desarrollado en medio de una calma tensa. Los concentrados exhibían carteles en los que se podía leer ‘Stop inseguridad’, junto al logo del partido de Abascal, ‘stop invasión’ y ‘stop salvajes’. ‘Asesinos deportación’, ponía en unas cartulinas con la rúbrica de Revuelta, una organización juvenil impulsada por Vox.




Fuente: La Opinión de Murcia

Ultras llegados de otras ciudades salen “a cazar” migrantes y convierten Torre Pacheco en un campo de batalla

 

      Periodista y documentalista de Cartagena.

      Y

      Periodista. Ha cubierto durante seis años el Magreb desde Marruecos, Senegal, Mali o Argelia.


En torno a las 21.30 horas individuos con estética nazi han comenzado a patrullar por el municipio, lanzando consignas ultra y con una actitud violenta hasta que han comenzado las peleas contra jóvenes marroquíes con armas de cuerpo a cuerpo y objetos arrojadizos y han tenido que desplegarse los antidisturbios



     De las caras de odio se ha pasado a los insultos, de los insultos y las consignas ultra y racistas a las bengalas y los estallidos de petardos, y ya de las bengalas, a las agresiones y los lanzamientos de piedras, cristales y botellas. Torre Pacheco se ha convertido en la noche de este sábado en un polvorín. Una batalla campal entre nazis y jóvenes de estética ultra llegados de otras ciudades con ganas de pelea, por un lado, y grupos de chicos marroquíes encapuchados y organizados esperándoles a las puertas de sus barrios.


Grupos de ultras desencajados andan por Torre Pacheco al anochecer en busca de migrantes.

La “caza” al migrante en Torre Pacheco ha continuado en la noche de este sábado, tal y como habían amenazado en los últimos días los ultra que se organizan a través de algunos grupos en Telegram y otras plataformas para poner en marcha “patrullas”. Su objetivo, migrantes magrebíes, foco de las persecuciones de estos exaltados que ya se tomaron este viernes la justicia por su mano en respuesta a la brutal agresión sufrida el pasado miércoles contra Domingo, un vecino de 68 años de la localidad, por parte de un joven presuntamente de origen magrebí.

Sobre las 20.30 han empezado a congregarse en la plaza del Ayuntamiento decenas de individuos con camisetas negras, las caras tapadas, gritos de arriba españa y los brazos en alto. “Moros no, España no es un zoo”, “España, una grande y libre” o “España cristiana y no musulmana” son algunas de las consignas que coreaban con rabia, muchos de ellos totalmente alcoholizados. Los rostros estaban a cada momento más desencajados por la ira.

A las 22.00 de esta noche, las amenazas de “cacerías” al migrante han dejado de ser un simple mensaje en un foro de “patriotas”. Los antidisturbios se han tenido que desplegar por el casco urbano de Torre Pacheco y la llama ha prendido en uno de los focos más conflictivos, el barrio de San Antonio, donde el mayor porcentaje de vecinos es de nacionalidad extranjera.

A las puertas de este barrio —la Guardia Civil había cerrado todos los accesos para que los ultras no pudieran llegar al corazón de sus calles— la disputa se ha originado cerca de un kebab donde se encontraban grupos de jóvenes magrebíes. Las peleas han dejado varios heridos, aunque a estas horas se desconoce cuál ha sido el balance. Han tenido que movilizar varias ambulancias.

El número de policías ha sido, en todo momento, muy escaso. Alrededor de medio centenar de agentes para más de medio millar de exaltados. Pese a ello, la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, ha asegurado esta misma noche que “este sábado hemos continuado con nuestros máximos esfuerzos y números de efectivos en Torre Pacheco”, pese a que la cifra de efectivos policiales ha hecho imposible controlar la guerra campal.


Un joven radical increpa a un agente de la Guardia Civil, momentos antes de que la situación se descontrolase por completo.

Seguidamente, Guevara ha añadido que se van a incorporar más agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil (USECIC), y refuerzos del Grupo de Reserva y Seguridad. “El Ministerio del Interior ha puesto a disposición más recursos y agentes que vienen de camino”.

Guevara ha apuntado que, por el momento, los agentes desplegados no han tenido que intervenir, “simplemente contener a dos grupos con pequeños enfrentamientos para evitar situaciones violentas”. Y ha advertido que “en breve” va a haber detenidos por estas situaciones: “Estamos muy pendientes de la investigación de la agresión a Domingo el miércoles, pero también de las personas que están generando este desorden público con estos mensajes de odio e incitaciones a la violencia”.

Todas las rotondas de acceso a Torre Pacheco estaban esta noche vigiladas por controles de la Guardia Civil para dar el alto a los vehículos sospechosos que intentaban entrar al pueblo. Y en las avenidas periféricas, donde suele haber al caer la tarde decenas y decenas de personas, se veía mucha menos gente de lo habitual.

Cuando la batalla ha estallado también han comenzado a llegar las primeras ambulancias para atender a heridos. Había en varias esquinas hombres jóvenes con las caras chorreando sangre de botellazos y golpes de piedras lanzadas al aire.

Para calentar los ánimos, en los chats de grupos como Deport Them Now Spain han seguido enviando imágenes de los presuntos agresores de Domingo -aunque como él mismo denunció ante la Guardia Civil solo fue un individuo el que le agredió- y vídeos de agentes de la Policía Nacional intentando reducir a jóvenes marroquíes, aunque fuentes locales han confirmado a este periódico que no están grabadas en Torre Pacheco.

Va a ser un polvorín, estamos hasta los huevos de los moros” o “Torre Pacheco será conocida en toda Europa por ser el lugar donde comienzan las Cruzadas” son algunos de los mensajes que esta noche se han seguido cruzando en estos chats, mientras decenas de exaltados recorrían gritando consignas racistas, con las caras totalmente descompuestas por el odio y encendiendo bengalas en los puntos calientes de los barrios donde vive más población migrante: San Antonio, San Juan o Los Pérez, ubicados en la zona sur del municipio.

En Torre Pacheco conviven 89 nacionalidades, el 30% de la población es extranjera. “Tenemos empadronados 41.000 habitantes de derecho, más los que no están empadronados y el municipio crece entre 800 y mil personas más al año”, cuenta Juan Salvador Sánchez Saura, exconcejal socialista de Seguridad Ciudadana en la pasada legislatura.

Sánchez Saura reconoce que “tenemos el doble de población que hace 20 años, pero seguimos con el mismo catálogo de la Guardia Civil, por eso siempre estamos reclamando más medios, la plantilla no está ajustada”. El municipio, además, tiene 181 kilómetros cuadrados, con 11 pedanías y solo un 53% de la población reunida en el casco urbano.

A plena luz del día, este sábado ha sido el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, quien ha convocado a un par de centenares de simpatizantes y ha aprovechado la ocasión para lanzar las consignas del partido en contra de la inmigración ilegal.


El presidente de VOX en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, participando en el acto ultraderechista de la mañana del sabado en Torre Pacheco.

Eso sí, ha evitado condenar las persecuciones a migrantes magrebíes este viernes: “Torre Pacheco se ha levantado, están cansados de ver por qué calle van y a qué hora; los responsables de estos sucesos son PSOE y PP que son los que han traído a los inmigrantes y han generado esta inseguridad”, ha dicho Antelo. El presidente de Vox en la Región ha afirmado, además, “que los españoles tenemos la capacidad de defender a los nuestros, para eso estamos aquí”.


Fuente: elDiario.es Región de Murcia

miércoles, 29 de enero de 2025

La lucha por el derecho a la vivienda y contra los desahucios

 

 De Sistema 161  
      Espacio dedicado a música, antifascismo, investigación y lucha.


     Durante la crisis de 2008 y el auge del 15M, los desahucios y el derecho a la vivienda se convirtieron en temas centrales del debate público. En aquel entonces, los bancos eran señalados como los principales culpables, mientras que la ciudadanía, especialmente la clase trabajadora, era percibida como la principal víctima. Esta narrativa conectaba con un aspecto fundamental de la naturaleza humana: tendemos a solidarizarnos con los más vulnerables y a rechazar el abuso de poder.

El caso de los bancos lo ejemplifica claramente. Su inmenso poder económico les otorga también influencia política, lo que los posiciona en un lugar privilegiado frente a una ciudadanía que, en su mayoría, lidia con dificultades económicas y lucha por llegar a fin de mes.

Un cambio en las formas de comunicación

Hoy en día, con la masificación de las redes sociales y la aparición de nuevas formas de comunicación política, el enfoque del debate ha cambiado radicalmente. Las dinámicas actuales permiten moldear narrativas de manera más rápida y efectiva, lo que influye directamente en cómo se perciben problemas como los desahucios y quiénes son presentados como los responsables.


Cómo se construye una campaña de señalamiento


El bombardeo constante

Una estrategia común en la actualidad es el bombardeo constante de noticias rápidas que apelan a las emociones. Estas tienen una vida útil muy corta, pero para cuando pierden relevancia, ya hay otra lista para ocupar su lugar.

Cada noticia caduca rápidamente: en poco tiempo aparece una nueva, y días después, otra más. Por eso los bulos resultan tan efectivos. Incluso si se desmiente uno, pronto surge otra noticia igual de alarmante o indignante que capta la atención y desvía el foco.

La forma de difusión

Lo relevante para mejorar el alcance no es tanto la noticia en sí, sino los métodos empleados para difundirla, que suelen ser siempre los mismos.

El lector debe captar el mensaje en cuestión de segundos; la información debe caber en un tuit. Los detalles o análisis profundos del caso son innecesarios. Que vaya acompañado de videos generalmente cortos ayuda en gran medida a ampliar el alcance.

La clave está en transmitir de forma breve y directa, sin rodeos ni extensiones innecesarias.

Generar emociones

Esta noticia breve y directa está diseñada para provocar emociones, ya que nuestra parte emocional actúa mucho más rápido que la racional.

El objetivo suele ser generar indignación y rabia. Por ejemplo, cualquiera sentiría enfado si alguien roba a una abuelita, y compartiríamos esta emoción con otros sin pensarlo dos veces.

Sentimientos como el odio, la rabia y la indignación son tan intensos que suelen dominar nuestra mente, eclipsando cualquier otra emoción. Cuando estamos enfadados, ese estado nos impide reflexionar o intentar comprender la perspectiva de los demás. Por eso, a menudo es útil tomarse un tiempo antes de reaccionar, dejando espacio para el razonamiento. Lo que lleva a los usuarios a comentar o difundir estas noticias de forma constante.

Sin embargo, si somos bombardeados continuamente con noticias diseñadas para indignarnos, terminamos compartiendo esa emoción sin analizar si la información está sesgada o manipulada.




Siempre hay un culpable y un nosotros


Siempre observaremos que se genera una dicotomía entre un nosotros y un ellos. En este marco, solo hay dos opciones: no estar con nosotros implica automáticamente ser parte de ellos, quienes son presentados como el enemigo.

Los relatos se construyen asignando toda la culpa de lo negativo a ellos, quienes, por alguna razón, son percibidos como una amenaza para nosotros. No hay espacio para analizar los detalles; ellos actúan desde la maldad, mientras que nosotros representamos el bien.

Este bombardeo constante de noticias sigue siempre el mismo patrón: uno de ellos comete algo malo contra uno de nosotros. Por lo general, estas noticias giran en torno a un crimen que cualquiera condenaría, pero se utiliza para responsabilizar a un colectivo entero. Por ejemplo, si un inmigrante comete un delito, el discurso señalará a todos los inmigrantes como culpables, retratándolos como un grupo homogéneo y peligrosamente distinto a nosotros. Se argumentará que su acción refleja su cultura, su naturaleza, o incluso su raza, mientras que los sectores más extremistas amplifican estas generalizaciones.

En cambio, si el mismo acto es cometido por alguien de origen europeo (uno de nosotros), el relato cambia. Esa persona será etiquetada como un caso aislado: un loco, un psicópata, o alguien influenciado por factores externos como los videojuegos. La narrativa protege al nosotros colectivo, ya que nosotros, al ser los buenos, no podemos ser responsables. Se trata de una «manzana podrida» entrenos nuestros, no de un problema inherente a nuestro grupo. Sin embargo, cuando es uno de ellos, la responsabilidad se extiende a todo su colectivo, perpetuando la división y el discurso de odio.

La falacia del hombre de paja

El discurso político se construye con frecuencia estableciendo un nosotros enfrentado a un ellos. En este proceso, no se aborda al supuesto enemigo en toda su complejidad y matices, sino que se selecciona el caso más extremo, se exagera y se presenta como representativo de la todo.

Por ejemplo, al criticar el feminismo, rara vez se analiza el movimiento político en toda su riqueza y diversidad, con sus diferentes corrientes, que muchas veces incluso están enfrentadas entre sí. En lugar de ello, se recurre a un estereotipo simplista: una mujer con el pelo teñido, visiblemente enfadada, gritando, y que no sigue los cánones de belleza convencionales. Este estereotipo se presenta como una caricatura de cómo son todas las feministas.

Más allá de cuestionar y debatir los argumentos del feminismo con razonamientos sólidos, la estrategia predominante es ridiculizarlo mediante parodias, memes y clichés. Esto no solo desvirtúa el debate, sino que busca invalidar el movimiento a través de una representación distorsionada y ridícula, en lugar de enfrentar sus ideas con análisis crítico.

Los sesgos como principal motor

A todo lo que hemos analizado, debemos sumar un factor crucial: los sesgos.

Cuando ya tenemos una idea previa sobre un tema, tendemos a aceptar como verdadero únicamente aquello que refuerza nuestra posición, mientras que desechamos como propaganda o mentira cualquier información que la contradiga. Este sesgo de confirmación es una tendencia que tiene el ser humano; nuestro cerebro, por naturaleza, evita procesar información que implique reconocer que estamos equivocados.

Ante esta situación, solemos reaccionar de dos formas. Por un lado, podemos dejarnos llevar por las emociones: enfadarnos, atacar automáticamente a quienes nos contradicen, ya sea ridiculizándolos, insultándolos, o buscando el más mínimo error para desacreditar por completo su postura. Por otro lado, está la opción más compleja: detenernos a analizar la información, identificar los posibles errores en nuestras propias ideas y evaluar críticamente aquello que cuestiona nuestras creencias.




Sin embargo, el problema radica en que muchas personas optan únicamente por creer en aquello que les da la razón. Todo lo que no confirma su punto de vista es descartado de inmediato como falso o manipulado. Esto suele ir acompañado con un gran ego, siendo incapaces de reconocer errores o no saber sobre algo. Todos hemos visto personas que dan lecciones sobre cualquier tema, aunque sean unos auténticos ignorantes. Irónicamente, al ser ignorante sobre algún tema es cuando más confianza tienes, ya que no eres consciente de todo lo que no sabes.

Este comportamiento es incentivado por los portavoces de la nueva derecha, quienes han perfeccionado la narrativa de que cualquier opinión o información que contradiga su discurso es automáticamente etiquetada como propaganda, adoctrinamiento o «ideología woke». Esto no solo refuerza los sesgos existentes, sino que también dificulta cualquier debate abierto y constructivo.

Provocando que sus seguidores solo se informen mediante fuentes que vienen a confirmar su punto, no haya un proceso de ver distintos puntos de vista. Casualmente, estas únicas fuentes confiables son ellos mismos, el Alvise o Vito Quiles de turno.

Siempre al borde de la catástrofe

Todos estos discursos comparten un patrón: presentan la situación actual como catastrófica, con el colapso, el final, el gran despertar o un punto de inflexión inminente. La narrativa insiste en que la realidad actual es insostenible.

Se crea un ecosistema donde las personas solo se informan a través de canales que refuerzan sus opiniones previas. Estas vías se alimentan de un discurso diseñado para despertar emociones intensas, respaldado por un bombardeo constante de contenidos similares. Cada día, al revisar Telegram o cualquier otra plataforma, te encuentras con una nueva noticia que «confirma» que el colapso está a la vuelta de la esquina o que demuestra lo mal que está la situación.

El efecto es que la acumulación de rabia y odio hacia ellos —quienes representan la causa de todos los males según este relato— te consume por completo. Este ellos está supuestamente respaldado por un poder aliado, enfrentándose a nosotros, quienes nos encontramos en una posición de inferioridad.

El resultado final es un gran sector de la población completamente dispuesto a canalizar su indignación y frustración contra ese enemigo imaginario, perpetuando el ciclo de polarización y confrontación. Y que rechazan cualquier información que les contradiga.

Discurso contra la ocupación

El discurso construido contra la okupación se ha desarrollado con una estratégia clara. Durante mucho tiempo, los medios de comunicación han seleccionado cuidadosamente y bien medido los casos más extremos e indignantes de okupación para darles una gran difusión. O manipulados o directamente falsos. Estos relatos suelen ir acompañados de un enfoque emocional, dramatizado y catastrófico, diseñado para generar una fuerte reacción en el público.

Esta táctica es habitual: siempre es posible encontrar casos que despiertan indignación y un sentido de injusticia. Sin embargo, muchas veces se presentan datos descontextualizados o seleccionados intencionadamente para reforzar esa narrativa emocional.

Un ejemplo claro es la comparación con los desahucios, un problema mucho más frecuente. Entre 2013 y 2023, por cada adulto condenado por usurpación (ocupación), se produjeron 12,7 desahucios. Pero para los medios de comunicación el problema de la vivienda está en la ocupación.




Es evidente que, en los grandes medios de comunicación, no sólo importa qué temas deciden mostrar, sino también qué asuntos deciden ignorar. Mientras que la okupación ha recibido una atención constante y destacada, los desahucios, a pesar de su impacto masivo, han ocupado un lugar mucho menos relevante en el debate público.

No diferenciar casos y crear un enemigo

En lugar de analizar la okupación en toda su complejidad, considerando los diversos motivos, formas, situaciones y distintos casos que llevan a alguien a okupar, se reduce todo a un discurso simplista. Se ignoran las diferencias entre quienes recurren a la okupación desde una conciencia política y quienes lo hacen por razones completamente distintas. En su lugar, se construye una narrativa que presenta a “los okupas” como un colectivo homogéneo, donde todos actúan con malas intenciones y son directamente criminales.

De esta manera, se crea un enemigo claro: un «ellos» frente a un «nosotros». Se habla de los okupas como si todos compartieran las mismas motivaciones, valores y formas de actuar, cuando la realidad es completamente diferente. Este enfoque simplifica la cuestión, eliminando cualquier escala de grises y dejando de lado que cada caso es único. O vemos mucho hablar sobre las mafias de okupación pero nadie muestra pruebas sobre estas mafias.

A todo esto tenemos que sumarle que al haber creado ya un enemigo y convencido a la gente del mal que representa, todo pasa a ser okupas. Ahora podemos ver como se le llama okupación al impago de alquiler, robos en viviendas o cosas que nada tienen que ver con este tema.

Además, se alimenta el discurso de que la okupación está promovida por las élites, y en este caso, por el gobierno, en contra de los oprimidos, representados por los propietarios.

Luchar contra la deshumanización

Todo el análisis anterior nos lleva a entender cómo se construye este tipo de discurso. En este caso, se establece un enemigo claro: «los okupas», que supuestamente nos atacan a «nosotros». Se pone un énfasis desproporcionado en los casos más extremos y condenables, como cuando hay grupos criminales involucrados o cuando una amable pareja de abuelos pierde su hogar, generando una fuerte indignación.


Miembros de APD Security Iberia

Sin embargo, este enfoque omite deliberadamente el factor humano. Si bien los grupos criminales existen, también hay personas que recurren a la okupación porque no tienen otra opción para acceder a una vivienda digna y necesitan un techo bajo el cual vivir.

Lo que siempre hemos defendido es la okupación con conciencia política. Esto significa rechazar cualquier vínculo con grupos criminales y actuar con un criterio ético. Estas okupaciones se llevan a cabo tras analizar la situación de las viviendas, evitando afectar a propietarios particulares y centrándose en inmuebles pertenecientes a bancos y grandes tenedores.


Es un ataque contra el derecho a la vivienda


Como ya hemos señalado anteriormente, la mayoría de los casos que atienden las empresas dedicadas a los desalojos no están relacionados con la okupación, sino con el impago de alquiler. Esto pone de manifiesto que, en realidad, estas empresas forman parte del mercado especulativo de la vivienda, lejos de ser agentes que luchan contra una supuesta injusticia social.

Desde hace años, somos testigos del constante aumento en el precio del alquiler y de la vivienda, haciendo cada vez más difícil independizarse, especialmente para los jóvenes, o destinar una parte razonable del sueldo al pago de la vivienda, en lugar de verlo desaparecer en manos del casero.

Por esta razón, en varios artículos se ha optado por emplear el término empresas de desalojos en lugar de empresas de desocupación, dado que su actividad incluye desalojos por impago de alquiler, okupación, y hasta servicios para locales comerciales, embargos de Hacienda al casero, o situaciones relacionadas con juntas de compensación donde viviendas serán demolidas para nuevas promociones inmobiliarias.




Estas empresas, lejos de cuestionar por qué las personas dejan de pagar el alquiler en un contexto donde los precios suben sin que los salarios crezcan al mismo ritmo, optan por un análisis simplista, criminalizando a quienes no pueden pagar el alquiler.

Tenemos que sumarle a todo esto, como en la actual cultura de internet prácticamente todas las entrevistas que se realizan a empresas de desalojos son más bien masajes en vez de entrevistas. Donde no hay ni la más mínima crítica, dando por válida cualquier cosa que cuenten, aunque en muchos casos simplemente no es cierto o tremendas exageraciones. La mayoría de podcast actuales dan credibilidad a cualquier cosa, presentando como expertos a personas que para nada lo son o debates que no son más que una charla en el bar.

En el debate sobre la okupación o impago del alquiler no se busca en ningún momento preguntarse sobre las causas que lo originan. En lugar de denunciar que España se encuentra entre los países con menos vivienda pública de Europa, prefieren alimentar un discurso basado en casos individuales y videos alarmistas. Países como Países Bajos cuentan con un 30% de vivienda pública, Austria con un 24%, y Dinamarca con un 20,9%. En España, esta cifra apenas alcanza el 2,5%.




Desde Desokupa prefieren hablarnos de casos individuales o mostrar un bombardeo de videos puntuales, sin mostrar estadísticas, para hablar de lo malos que son los okupas.



Integrantes destacados de Desokupa


Fuente: SISTEMA 161