En su obra, ‘Hamás: auge y pacificación de la resistencia palestina’, el investigador Tareq Baconi recorre los orígenes de Hamás y su rol en la región.
Pocos investigadores conocen mejor los entresijos de la milicia Hamás que Tareq Baconi, que ha consagrado buena parte de su vida a analizar el conflicto entre palestinos e israelíes en diversos think tanks. Actualmente, es el presidente del centro de estudios palestino Al Shabaka, basado en Nueva York. Fruto de un análisis exhaustivo de las publicaciones de Hamás y de entrevistas en profundidad con sus líderes y militantes, Baconi escribió el libro Hamás: auge y pacificación de la resistencia palestina, que acaba de publicar la editorial Capitán Swing.
¿Cree que Hamás
anticipó lo que pasaría después del 7 de octubre?
No
creo que nadie hubiera podido prever esto. Hamás y todos los
palestinos entienden que Israel responde siempre a actos de
resistencia armada con una fuerza desproporcionada. Así ha sido en
los últimos 16 años. Cada vez que Hamás lanzaba cohetes para
romper el bloqueo, Israel respondía con un asalto brutal a la Franja
de Gaza. Pero lo que pasó es que la jornada del 7 de octubre no se
desarrolló según estaba previsto, y Hamás no podía imaginar que
Israel ejecutaría un genocidio. De hecho, no hay nada a esta escala
de destrucción y muerte en todo el siglo XXI.
Es
decir, que el ataque del 7 de octubre no se desarrolló como Hamás
lo había planeado.
La reacción de Israel no responde solo a los ataques del 7 de octubre. La motivación genocida, la idea de que los palestinos tienen que ser eliminados, es anterior
¿No cree entonces que
los líderes de Hamás dieran órdenes de matar civiles?
No
tengo información privilegiada, pero estudiando su historia, no creo
que tuviera como objetivo estratégico matar a civiles de manera
sistemática como mucha gente dice. Dicho esto, ya sabemos que Hamás
no ha excluido de su lucha los objetivos civiles. En todo caso, la
reacción de Israel no responde solo a los ataques del 7 de octubre.
La motivación genocida, la idea de que los palestinos tienen que ser
eliminados, es anterior.
Hay
quién apunta que el 7 de octubre es resultado de la preponderancia
del brazo militar por encima del político. ¿Estás de
acuerdo?
Desde
la clase política occidental, se ve a Hamás como un actor
irracional e intrínsecamente violento. ¿Es así?
Existe la creencia de
que Hamás, más que un Estado palestino, quiere la destrucción de
Israel...
¿Por
que solo nos fijamos en la posición de Hamás respecto a Israel y no
la de Israel respecto a un Estado palestino? La semana pasada el
parlamento israelí, la Knesset, votó a favor de nunca reconocer un
Estado palestino. Ningún Gobierno israelí ha aceptado la solución
de los dos Estados. La OLP aceptó un Estado palestino en 1988, pero
nunca ha habido este reconocimiento de Israel. Si hubiera una
intervención política, que impusiera un coste a Israel por su
apartheid supremacista, el 7 de octubre no habría ocurrido.
Khaled Mishal, [líder del Hamás] en 2017 ya revisó la Carta de Hamás para dejar claro que estaban dispuestos a aceptar un Estado palestino dentro las fronteras de 1967. Pero no hubo ninguna presión a Israel. Se rechazó abordar políticamente y de forma pacífica las demandas de autodeterminación palestinas. De ahí que el movimiento llegara a la conclusión.
Por
lo tanto, el 7 de octubre se habría podido evitar si la comunidad
internacional hubiera apostado por una solución política.
Claro
que sí. La comunidad internacional no tiene ninguna intención de
abordar los deseos de autodeterminación de los palestinos porque
cree que es posible gestionar la ocupación. Y lo que hace es enviar
dinero a los palestinos como si esto fuera un problema humanitario, o
aún peor, abre negociaciones que sabe que no llevan a ninguna parte.
El 7 de octubre muestra que no puede haber un régimen de apartheid
indefinido. Israel no puede controlar el territorio histórico de
Palestina con dos sistemas legales, uno para los israelíes y otro
para los palestinos, sin un coste.
¿Cómo cree que será
el día después de la guerra?
Israel ha dicho abiertamente que quiere completar la Nakba. Solo fue al no poder expulsar a los palestinos de Gaza, cuando se optó por el genocidio y exterminar su presencia allí
O
sea, podríamos llegar a ver una limpieza étnica de palestinos en
Gaza
Durante las primeras semanas de la guerra, este era el
objetivo declarado de Israel, vaciar la Franja de Gaza. Y si no pasó
fue porque Egipto se negó en redondo. Pero no hay dudas de que este
Gobierno está comprometido en continuar la Nakba [el desplazamiento
forzoso de palestinos de 1948]. Cuando la comunidad internacional
habla de Israel como una democracia liberal hacen un esfuerzo por no
escuchar lo que los políticos israelíes están diciendo. Ellos han
dicho abiertamente que quieren completar la Nakba. Solo fue al no
poder expulsar a los palestinos de Gaza, cuando se optó por el
genocidio y exterminar su presencia allí.
Usted
excluye la solución de los dos Estados, pero ¿no es más difícil
la convivencia en un solo Estado con el odio desatado este último
año?
Ha habido planes para dividir Palestina entre judíos y
palestinos desde hace un siglo. Además, tenemos un historial de 30
años de un proceso de paz fracasado. O sea, hay evidencias de que la
solución de los dos Estados ha resultado inviable. La realidad que
sí existe es la de un solo Estado en la Palestina histórica, y se
trata de que este sea justo y respete la dignidad de todos sus
habitantes. Nunca habrá dos Estados. Quienes lo dicen creen sus
propias fantasías.
¿La
elección de Kamala Harris representaría algún cambio de política
respecto a Biden?
No hay nada de excepcional en lo que pasa en Palestina. Ha habido otros sistemas de apartheid como en Sudáfrica y en EEUU
¿Y
cuál sería el efecto de una victoria de Donald Trump?
Trump
también está muy comprometido con Israel y el sionismo. Ya vimos lo
que hizo su primera administración. Sin embargo, también es alguien
poco claro a la hora de mostrar una posición respecto a las
intervenciones extranjeras. Tiene menos ganas de guerra. En la
campaña, ha dicho que apoyará a Israel, no le importan las muertes
palestinas, pero como es un político más errático es difícil
predecir cómo serán sus políticas. Sabemos que a nivel ideológico
Trump está más alineado con Netanyahu, pues ambos son derechas,
racistas y populistas. Pero es que Biden ya le está dando a
Netanyahu todo lo que pide, igual hará Trump.
¿Qué
han de hacer los palestinos para revigorizar su lucha para
liberarse?
Tenemos que reconstruir la OLP, que hoy es un
cadáver, sobre la base de un liderazgo representativo. Y esta nueva
nueva OLP debe olvidarse de la solución de los dos Estados, disolver
la Autoridad Nacional Palestina y presentar una propuesta de solución
basada en un Estado democrático y justo del río hasta el mar.
Fuente: El Salto
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