lunes, 25 de agosto de 2025

La CIA, el Mossad y Epstein: desentrañando los vínculos de espionaje de la familia Maxwell

 

 Por Alan MacLeod   
      Redactor sénior/Productor de podcasts, @MintPressNews. Principalmente tuitea sobre política de EE. UU., Oriente Medio y Latinoamérica, pero quejarse de los medios corporativos es su pasión.


Ante la creciente especulación sobre la posibilidad de que Trump indulte a Ghislaine Maxwell, convicta por explotación sexual de menores, MintPress presenta a la familia, desde su padre, -magnate de los medios de comunicación y espía de alto nivel para Israel-, sus hermanas -Isabel y Cristina que trabajan para impulsar los intereses de Tel Aviv en Silicon Valley-, sus hermanos -(Kevin e Ian) fundadores de un dudoso pero influyente Think Tank de estudios antiislámicos-, hasta sus sobrinos -con puestos influyentes en el Departamento de Estado y la Casa Blanca-. El clan Maxwell mantiene amplios vínculos con el poder estatal estadounidense e israelí. Esta es su historia.




Liberando a Ghislaine, enterrando los archivos de Epstein

     Crece la especulación sobre la posible liberación inminente de Ghislaine Maxwell. A pesar decir en todos los medios que iba a publicar los Archivos de Epstein, cada vez hay más indicios de que la administración Trump está considerando indultar a la traficante sexual convicta más notoria del mundo.


Ghislaine Maxwell con Jeffrey Epstein.

El mes pasado, Trump (quien ya contempló la idea durante su primer mandato) se negó repetidamente a descartar un indulto, declarando a la prensa: «Puedo hacerlo«. Apenas unos días después, Ghislaine Maxwell fue trasladada a otro estado, a un centro penitenciario de mínima seguridad en Bryan, Texas, una práctica sumamente inusual. Generalmente, ni las mujeres condenadas por delitos sexuales, ni aquellas con más de 10 años restantes de condena tienen permitido ser trasladadas a tales centros. La medida desató especulación e indignación a partes iguales.


Donald Trump dijo que los republicanos que creen en las conspiraciones de Epstein son 'estúpidos'.

La decisión de reubicar a Ghislaine Maxwell se produjo después de que alguien —posiblemente una fuente dentro de su propio equipo— comenzara a filtrar pruebas incriminatorias y vergonzosas que vinculaban a Trump con Epstein. Esto incluyó una tarjeta de cumpleaños que Trump le envió a Epstein, con una mujer desnuda dibujada a mano y el texto: «Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto».

Durante años, Ghislaine Maxwell ayudó a su socio Jeffrey Epstein a traficar con niñas y mujeres jóvenes con fines sexuales, creando así una gigantesca red de delitos sexuales. Entre los socios de Epstein se encontraban multimillonarios, científicos, famosos y políticos, incluyendo al presidente Trump, a quien consideraba su «mejor amigo«.


El presidente Trump con Jeffrey Epstein en Mar-a-Lago en 1997.

En 2021, dos años después de la misteriosa muerte de Epstein en una prisión de Manhattan, y Ghislaine Maxwell fue declarada culpable de delitos de tráfico y abuso sexual de menores, y posteriormente condenada a 20 años de prisión.

La noticia de que Trump podría liberar a una criminal tan infame conmocionó a sus bases y provocó acusaciones de corrupción flagrante en los medios. «¿Hay alguna razón para indultar a Ghislaine Maxwell aparte de comprar su silencio?», titulaba un artículo en The Hill. Mientras tanto, Tim Hogan, asesor principal del Comité Nacional Demócrata, denunció  la existencia de un «encubrimiento gubernamental en tiempo real«. «El FBI de Donald Trump, dirigido por su leal Kash Patel, omitió el nombre de Trump de los archivos de Epstein, que aún no se han publicado», declaró.

Robert Maxwell: magnate de los medios y agente israelí

Si bien muchos de los crímenes de Ghislaine Maxwell han salido a la luz, son menos conocidos los innumerables vínculos de su familia con la seguridad nacional de Estados Unidos e Israel. Entre ellos, los más importantes son los de su padre, Robert Maxwell, un magnate de los medios de comunicación caído en desgracia y uno de los primeros emprendedores tecnológicos.


La familia Maxwell.

Robert Maxwell, un refugiado judío que huyó de la ocupación hitleriana de su Checoslovaquia natal, luchó por Gran Bretaña contra Alemania. Tras la Segunda Guerra Mundial, utilizó sus conexiones checas para facilitar el suministro de armas al naciente Estado de Israel, armas que les ayudaron a ganar la guerra de 1948 y a llevar a cabo la Nakba, la limpieza étnica de casi 800.000 palestinos.

Los biógrafos de Robert Maxwell, Gordon Thomas y Martin Dillon, escriben que fue reclutado por primera vez por la inteligencia israelí en la década de 1960 y comenzó a comprar corporaciones tecnológicas israelíes. Israel utilizó estas empresas y su software para llevar a cabo espionaje y otras operaciones clandestinas en todo el mundo.

Robert Maxwell amasó un vasto imperio empresarial de 350 empresas que empleaban a 16.000 personas. Era propietario de diversos periódicos, como The New York Daily News, el Daily Mirror británico y el israelí Maariv, además de algunas de las editoriales de libros y publicaciones científicas más influyentes del mundo.

Con el poder empresarial llegó el poder político. Fue elegido para el Parlamento británico en 1964 y contaba entre sus amigos más cercanos al secretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, y al primer ministro soviético, Mijaíl Gorbachov.

Utilizó esta influencia para promover los intereses israelíes,  vendiendo software israelí de inteligencia a Rusia, Estados Unidos, Reino Unido y muchos otros países. Este software incluía una puerta trasera israelí secreta que permitía a la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, acceder a información clasificada recopilada por gobiernos y agencias de inteligencia de todo el mundo.

Al mismo tiempo que ampliaba sus capacidades de espionaje, Israel desarrollaba un programa secreto de armas nucleares. Este proyecto fue desenmascarado por el activista pacifista israelí Mordechai Vanunu, quien, en 1986, filtró pruebas a la prensa británica. Robert Maxwell, uno de los magnates de la prensa más poderosos de Gran Bretaña, espió a Vanunu, y envió  fotografías y otra información confidencial a la Embajada de Israel. Esta información de inteligencia permitió al Mossad llevar a cabo el secuestro internacional de Vanunu y a su posterior encarcelamiento.

Su muerte también estuvo rodeada de controversia, similar a la de Epstein. En 1991, el cuerpo sin vida de Robert Maxwell fue encontrado en el océano, en lo que las autoridades calificaron como un extraño accidente en el que el magnate se cayó de su lujoso yate. Hasta el día de hoy, sus hijos no se ponen de acuerdo sobre si creen que fue asesinado.

Los rumores de que Robert Maxwell había actuado, durante décadas, como un «superespía» israelí quedaron prácticamente confirmados con el suntuoso funeral de Estado que recibió en Jerusalén. Su cuerpo fue enterrado en el Monte de los Olivos, uno de los lugares más sagrados del judaísmo, el lugar desde el que se dice que Jesús ascendió al cielo.

Prácticamente toda la élite israelí, tanto del gobierno como de la oposición, asistió al evento, incluyendo a nada menos que seis líderes vivos de los servicios de inteligencia israelíes. El propio presidente Chaim Herzog pronunció el panegírico. También intervino en el evento el primer ministro Yitzhak Shamir, quien declaró: «Robert Maxwell ha hecho más por Israel de lo que hoy se puede decir».

En el Reino Unido, sin embargo, se le recuerda con menos cariño. Hombre de reputación temible, Maxwell dirigió su negocio de medios de comunicación con mano de hierro, al igual que Rupert Murdoch (otro individuo con estrechos vínculos con Israel). Tras su muerte, se supo que había robado más de 500 millones de dólares del fondo de pensiones de sus empleados para rescatar a otras empresas en crisis de su imperio, dejando en ruinas los planes de jubilación de muchos de sus trabajadores. Como comentó el periódico The Scotsman diez años después, en 2001:

Si [Robert Maxwell] fue despreciado en vida, fue odiado en su muerte cuando se supo que había robado 440 millones de libras del fondo de pensiones de Mirror Group Newspapers. Fue, oficialmente, el mayor ladrón de la historia criminal británica.

Isabel Maxwell: La mujer de Israel en Silicon Valley

Incluso antes de su publicación, Isabel Maxwell —hija de Robert y hermana mayor de Ghislaine— logró obtener una copia de la biografía de Thomas y Dillon sobre su padre. Inmediatamente voló a Israel, según informó The Times de Londres , donde se encontró con un «amigo de la familia» y subdirector del Mossad, David Kimche. Estas acciones no sirvieron para contrarrestar la afirmación central del libro: que su padre era, en efecto, un «superespía» israelí de alto nivel.

Isabel Maxwell ha disfrutado de una larga y exitosa trayectoria en la industria tecnológica. En 1992, junto con su hermana gemela, Christine, fundó una empresa que desarrolló uno de los primeros motores de búsqueda de internet.

Sin embargo, tras el escándalo de las pensiones de su padre, ella y sus hermanos se centraron en reconstruir cada faceta del derrumbado imperio empresarial de su padre. Las hermanas vendieron el motor de búsqueda, obteniendo enormes beneficios.

Como señaló el medio israelí Haaretz, en 2001 Isabel Maxwell decidió dedicar su vida a promover los intereses del Estado de Israel, prometiendo «trabajar solo en asuntos relacionados con Israel», ya que «cree en Israel»Descrita por la experiodista de MintPress y reportera de investigación Whitney Webb como «la puerta trasera de Israel a Silicon Valley«, se ha convertido en una embajadora clave del país en el mundo tecnológico.

Isabel Maxwell se ha forjado un nicho único para sus intereses como enlace entre empresas israelíes que están en sus primeras etapas de desarrollo, e inversores privados en Estados Unidos. Al mismo tiempo, ayuda a empresas estadounidenses interesadas en abrir centros de desarrollo en Israel”, el periódico económico local Globes escribió:Tiene una vida intensa, incluyendo innumerables vuelos entre Tel Aviv y San Francisco”.

Israel es conocido por ser la fuente principal y más controvertida del mundo del software espía y las herramientas de piratería informática; herrramientas que son utilizadas por gobiernos represivos de todo el mundo para vigilar, acosar e incluso asesinar a opositores políticos. Esto incluye el infame software Pegasus, utilizado, por ejemplo, el gobierno de Arabia Saudita para rastrear al periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi, antes de asesinarlo en Turquía.




Isabel Maxwell construyó sobre las conexiones políticas de su padre. «Mi padre fue una gran influencia en mi vida. Fue un hombre muy competente y logró muchas de sus metas. Aprendí mucho de él y he adaptado muchas de sus costumbres», dijo. Lo que incluye desarrollar vínculos estrechos con numerosos líderes israelíes, entre ellos Ehud Olmert y Ehud Barak, uno de los colaboradores más cercanos de Jeffrey Epstein.

Durante la década de 2000, participó regularmente en la Conferencia de Herzliya, una reunión anual a puertas cerradas de los más importantes funcionarios políticos, de seguridad e inteligencia de Occidente, además de ser una “pionera tecnológica” en el Foro Económico Mundial.

También fue incluida en la junta directiva del Centro Shimon Peres para la Paz y la Innovación, financiado por el gobierno israelí , y de los Amigos Americanos del Centro Yitzhak Rabin para Estudios de Israel, dos organizaciones estrechamente asociadas con esos ex primeros ministros israelíes.

En 2001, se convirtió en la directora ejecutiva de iCognito, cargo que aceptó , según sus propias palabras, «porque [la empresa] está en Israel y por su tecnología». Esta tecnología en cuestión tenía como objetivo proteger a los niños en línea, algo sumamente irónico, dado que su hermana traficaba y abusaba sexualmente de menores durante ese período.

Isabel Maxwell era una persona mucho más seria y competente que Ghislaine. Como señaló Haaretz:

Mientras su hermana menor, Ghislaine, protagoniza las columnas de chismes tras desayunar con Bill Clinton o por sus vínculos con otro amigo íntimo, el príncipe Andrés de Gran Bretaña, Isabel Maxwell quiere mostrar fotos tomadas con el gran muftí de Egipto, o con beduinos en una tienda de campaña, o de visitas a un campo de refugiados de Gaza.

En 1997, Isabel Maxwell fue nombrada presidenta de la empresa israelí de seguridad tecnológica Commtouch. Gracias a sus contactos, Commtouch logró captar inversiones de muchas de las figuras más destacadas de Silicon Valley, entre ellas Bill Gates, estrecho colaborador de la familia Maxwell y del propio Jeffrey Epstein.

Christine Maxwell: ¿Financiada por Israel?

La hermana gemela de Isabel, Christine Maxwell, no se queda atrás. Veterana de las industrias editorial y tecnológica, cofundó con su hermana la firma de análisis de datos Chiliad. Como directora ejecutiva, ayudó a supervisar la producción de una enorme base de datos antiterrorista que la compañía vendió al FBI durante el auge de la Guerra contra el Terror. El software ayudó a la administración Bush a tomar medidas enérgicas contra los musulmanes estadounidenses y a socavar las libertades civiles en Estados Unidos tras el 11-S y la Ley Patriota. Hoy, es la líder y cofundadora de otra corporación de big data, Techtonic Insight .

Al igual que su hermana y su padre, Christine Maxwell mantiene una estrecha relación con el Estado de Israel. Actualmente es investigadora del Instituto para el Estudio del Antisemitismo y la Política Global (ISGAP), donde, según su biografía,

Trabaja para promover la investigación académica innovadora que aprovecha las tecnologías facilitadoras para potenciar la comprensión proactiva y combatir los grandes peligros del antisemitismo contemporáneo, y mejorar la relevancia continua del Holocausto para el siglo XXI y más allá.

La junta directiva de ISGAP está compuesta por un selecto grupo de funcionarios de seguridad nacional israelíes. Entre ellos se encuentran Natan Sharansky, exministro del Interior y viceprimer ministro de Israel, y la general de brigada del ejercito israelí Sima Vaknin-Gil, exjefa de la censura militar israelí y directora general del Ministerio de Asuntos Estratégicos y Diplomacia. También forma parte de la junta directiva Alan Dershowitz, el abogado de Jeffrey Epstein.

Este think tank fue clave en la decisión del gobierno estadounidense de reprimir las protestas de Gaza de 2024 en campus universitarios de todo el país. El grupo elaboró ​​informes que vinculaban a líderes estudiantiles con organizaciones terroristas extranjeras y promovió afirmaciones dudosas  sobre una ola de antisemitismo que invadía las universidades estadounidenses. Christine Maxwell se reunió frecuentemente con líderes demócratas y republicanos, a quienes instó a «investigar» (es decir, reprimir) a los líderes de las manifestaciones.

ISGAP ha advertido continuamente sobre la influencia extranjera en los campus estadounidenses, elaborando informes y celebrando seminarios  que detallan el supuesto control de Qatar sobre el sistema de educación superior de Estados Unidos y vinculándolo con el creciente sentimiento antiisraelí entre la juventud estadounidense.

Sin embargo, si ISGAP deseara investigar otras operaciones de influencia de gobiernos extranjeros, no tendría que buscar mucho, ya que sus propios fondos provienen, en su inmensa mayoría, de una sola fuente: el Estado israelí. En 2018, una investigación reveló que el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel (entonces dirigido por la propia general de brigada Vaknin-Gil) canalizó 445.000 dólares a ISGAP, una suma que representaba casi el 80 % de sus ingresos totales de ese año. ISGAP no divulgó dicha información ni al público ni al gobierno federal.

En el punto álgido de la preocupación por la injerencia extranjera en la política estadounidense, la noticia apenas se publicó. Desde entonces, el gobierno israelí ha seguido financiando al grupo ISGAP con millones de dólares. En 2019, por ejemplo, les aprobó una subvención de más de 1,3 millones de dólares. Por lo tanto, como miembro de la organización, Christine Maxwell es la beneficiaria directa de los fondos del gobierno israelí.

Maxwells de tercera generación: trabajando en el gobierno de Estados Unidos

Si bien las hijas de Robert Maxwell estuvieron cerca del poder estatal, algunos miembros de la tercera generación de la familia han ocupado cargos dentro del propio gobierno estadounidense. Poco después de graduarse de la universidad, Alex Djerassi (el único hijo de Isabel Maxwell) fue contratado por Hillary Clinton en su campaña presidencial de 2007-2008. Djerassi redactó memorandos, informes y documentos de política para el equipo de Clinton y la ayudó a prepararse para más de 20 debates.

Las familias Clinton y Maxwell están estrechamente entrelazadas. Ghislaine Maxwell  se fue de vacaciones con la hija de Hillary, Chelsea, y tuvo una presencia destacada en su boda. Tanto ella como Jeffrey Epstein fueron invitados varias veces a la Casa Blanca de Clinton. Mucho después del encarcelamiento de Epstein, el presidente Bill Clinton invitó a Ghislaine Maxwell a una cena íntima con él en un exclusivo restaurante de Los Ángeles.

Aunque Hillary Clinton fracasó en su intento por llegar a la Casa Blanca, el presidente Obama la nombró como su Secretaria de Estado, y una de sus primeras medidas fue incorporar a Djerassi (hijo de Isabel Maxwell) a su equipo. Rápidamente ascendió de rango, convirtiéndose en Jefe de Gabinete de la Oficina del Subsecretario de Estado, Oficina de Asuntos del Cercano Oriente. En este puesto, se especializó en el desarrollo de la política estadounidense hacia Israel e Irán, aunque también trabajó en la ocupación estadounidense de Irak y acompañó a Clinton en sus visitas a Israel y el mundo árabe.

Durante su estancia en el Departamento de Estado, se desempeñó como representante del gobierno estadounidense ante las Conferencias de los Amigos de Libia y los Amigos del Pueblo Sirio. Estas eran dos organizaciones de grupos radicales y belicistas que buscaban el derrocamiento de ambos gobiernos y su reemplazo por regímenes afines a Estados Unidos. Washington logró lo que quería. En 2011, el líder libio, el coronel Gadafi, fue derrocado, asesinado y reemplazado por caudillos islamistas. Y en diciembre pasado, el veterano presidente sirio, Bashar al-Assad, huyó a Rusia y fue reemplazado por el fundador de Al Qaeda en Siria, Abu Mohammad al-Jolani.

Posteriormente, Djerassi fue nombrado personal asociado al think tank Carnegie Endowment for Peace, financiado por el gobierno estadounidense. Durante su estancia allí, se especializó de nuevo en política para Oriente Medio. Su biografía indica que «trabajó en temas relacionados con la democratización y la sociedad civil en el mundo árabe, las revueltas árabes y la paz entre israelíes y palestinos». Actualmente, trabaja en Silicon Valley.

Aunque la fortuna de Djerassi estaba ligada a la facción Clinton del Partido Demócrata, su primo Xavier Malina (el hijo mayor de Christine Maxwell) respaldó al caballo correcto, trabajando en la campaña presidencial de Obama-Biden de 2008.

Su buen trabajo fue recompensado con un puesto en la propia Casa Blanca, donde se convirtió en asistente de personal en la Oficina Ejecutiva del Presidente. Al igual que su primo, una vez finalizado su mandato, Xavier Malina también consiguió un puesto en la Fundación Carnegie para la Paz antes de emprender una carrera en el mundo tecnológico, trabajando durante muchos años en Google en el Área de la Bahía. Actualmente trabaja para Disney.

Si bien las acciones de padres y abuelos no deberían determinar las carreras de generaciones posteriores, el hecho de que dos individuos que provienen de una familia multigeneracional de espías y agentes impenitentes de una potencia extranjera hayan conseguido puestos en el centro del Estado de Estados Unidos es al menos digno de mencionar.

Los hermanos Maxwell: de la bancarrota al contraterrorismo

Gran parte del clan Maxwell es muy influyente en la política estadounidense e israelí. Sin embargo, los hermanos Ian y Kevin también tienen una influencia considerable en los asuntos de su natal Gran Bretaña.

Aunque ambos fueron absueltos de los cargos por las acusaciones generalizadas de que ayudaron a su padre, Robert, a saquear más de 160 millones de dólares del fondo de pensiones de sus empleados, los hermanos mantuvieron un perfil bajo durante muchos años. Kevin, en particular, era conocido por poco más que ser la persona mas arruinada de la historia de Gran Bretaña, con deudas que superaban los 500.000 millones de dólares.

Sin embargo, en 2018 lanzaron Combating Yihadist Terrorism and Extremism (CoJiT), un controvertido Think Tank que promueve un enfoque gubernamental mucho más invasivo y autoritario frente a la cuestión del Islam radical.

En el libro de su organización, «Terrorismo yihadista: Nuevas amenazas, nuevas respuestas«, Ian escribe que CoJiT se creó para desempeñar un papel catalizador en el diálogo nacional y para responder a las preguntas difíciles que surgen del tema. A juzgar por el contenido del resto del libro, esto implica impulsar una vigilancia aún más exhaustiva de las comunidades musulmanas.

En Gran Bretaña, CoJiT era una organización muy influyente. Su consejo editorial y sus colaboradores son una élite de altos funcionarios estatales. Entre los participantes de su conferencia inaugural en Londres en 2018 se encontraban Sara Khan, Comisionada Principal del gobierno para la Lucha contra el Extremismo, y Jonathan Evans, exdirector general del MI5, la agencia de inteligencia nacional británica.

Como tantos proyectos de Maxwell, CoJiT parece haber cerrado sus asuntos. La organización no ha actualizado su sitio web ni publicado nada en sus redes sociales desde 2022.

Para ser justos, en los últimos años, los hermanos han tenido otras prioridades, liderando la campaña para liberar a su hermana Ghislaine Maxwell de la cárcel, insistiendo en su absoluta inocencia. Sin embargo, de forma similar a la de Robert Maxwell, parece que Kevin podría no haber pagado a la defensa; en 2022, los abogados de Maxwell lo demandaron, reclamando honorarios impagos por casi 900.000 dólares.

El infame Sr. Epstein

Durante años, Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein dirigieron una red de tráfico sexual que explotaba a cientos de niñas y mujeres jóvenes. Además, estaban conectados con vastas redes de la élite mundial, incluyendo a empresarios multimillonarios, miembros de la realeza, académicos famosos y líderes extranjeros, entre sus conocidos más cercanos, lo que generó intensas especulaciones sobre el alcance de su participación en sus numerosos delitos.


La hija de Robert Maxwell, Ghislaine, era su "niña de oro".

Aún no está claro cuándo Epstein se reunió por primera vez con los Maxwell; algunos alegan que Robert Maxwell lo reclutó para la inteligencia israelí. Otros afirman que la relación solo comenzó después de la muerte de Robert, cuando salvó a la familia de la penuria tras sus problemas financieros.

Tan solo un mes después de su arresto en 2019, Epstein fue encontrado muerto en su celda de la prisión de Nueva York. Su muerte fue declarada oficialmente un suicidio, aunque su familia ha rechazado esta interpretación.

Quizás las dos personas más poderosas en el círculo de confidentes de Epstein fueron los presidentes Bill Clinton y Donald Trump. Clinton, ya conocido por las numerosas acusaciones de conducta sexual inapropiada en su contra, es conocido por haber volado al menos 17 veces en el jet privado de Epstein, apodado el «Lolita Express», y fue acusado por Virginia Giuffre, una víctima de Epstein, de visitar la isla Little St. James, la residencia privada del multimillonario en el Caribe, donde cometió muchos de sus peores crímenes.

Trump, posiblemente, se acercaba aún más al financiero caído en desgracia. «Conozco a Jeff desde hace quince años. Es un tipo estupendo«, dijo en 2002. «Es muy divertido estar con él. Incluso dicen que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas son jóvenes. Sin duda«. Al igual que Clinton, Trump viajó en el Lolita Express. Epstein asistió a su boda con Marla Maples en 1993 y afirmó haberle presentado a su tercera esposa, Melania.

Desafortunadamente, si bien los vínculos de Epstein incriminan a todo el espectro político, su cobertura mediática se ha enmarcado a menudo como un asunto partidista. Un estudio de MintPress sobre más de un año de cobertura de Epstein en MSNBC y Fox News reveló que cada cadena minimizó sus conexiones con el presidente de su preferencia, mientras que enfatizó y destacó los vínculos con el líder del otro partido mayoritario. Como resultado, muchos en Estados Unidos ven el asunto como una crítica a sus rivales políticos, en lugar de al sistema político en su conjunto.

También queda la cuestión de los vínculos de Epstein con los servicios de inteligencia, algo sobre lo que se ha especulado abiertamente en los medios durante décadas, incluso años antes de que se hicieran públicas las acusaciones en su contra. A lo largo de la década de 1990, como señaló la biógrafa de Epstein, Julie K. Brown, se jactó abiertamente de trabajar tanto para la CIA como para el Mossad, aunque la veracidad de sus afirmaciones sigue en duda. Como escribió el Sunday Times británico en 2000: «Es el Sr. Enigmático. Nadie sabe si es concertista de piano, promotor inmobiliario, agente de la CIA, profesor de matemáticas o miembro del Mossad». Es posible que haya al menos una pizca de verdad en todas estas identidades.

Epstein se reunió con el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, tres veces en 2014. Burns sería posteriormente nombrado director de la CIA. Sin embargo, la cercanía de Burns con Epstein palidece en comparación con la del ex primer ministro, ministro de Asuntos Exteriores y ministro de Defensa israelí, Ehud Barak. Solo entre 2013 y 2017, se sabe que Barak viajó a la ciudad de Nueva York y se reunió con el criminal convicto al menos 30 veces, a veces llegando a su mansión de Manhattan de incógnito o con una máscara para ocultar su identidad.

Numerosas fuentes han comentado sobre las conexiones de Epstein con la inteligencia israelí. Una exnovia y víctima suya, mencionada en documentos judiciales como Jane Doe 200 para ocultar su identidad, testificó que Epstein se jactaba de ser agente del Mossad y que, tras violarla, no pudo acudir a la policía porque su posición como espía la hacía temer por su vida.

Doe creía sinceramente que cualquier denuncia de la violación por parte de quien ella creía que era un agente del Mossad con algunas de las conexiones más singulares del mundo resultaría en daños corporales significativos o la muerte para ella”, se lee en el expediente judicial.

Ari Ben-Menashe, ex alto funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar de Israel, afirmó que Epstein era un espía y que él y Ghislaine Maxwell dirigían una operación de seducción en nombre de Israel. Cuatro fuentes anónimas informaron a la revista Rolling Stone que Epstein había colaborado directamente con el gobierno israelí.

Sin embargo, a diferencia de gran parte de la familia Maxwell, sus conexiones con Israel y los servicios de inteligencia se basan principalmente en testimonios y versiones no verificadas. Su único viaje conocido al país fue en abril de 2008 , justo antes de su sentencia, lo que despertó temores de que buscara refugio allí.

Sin embargo, se ha especulado intensamente públicamente sobre la posibilidad de que trabajara para Tel Aviv. En la Cumbre de Acción Estudiantil de Turning Points USA 2025, el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, declaró que no hay nada de malo, odioso ni antisemita en preguntar sobre las conexiones extranjeras de Epstein. «Nadie puede decir que el gobierno extranjero es Israel, porque de alguna manera nos han intimidado para que pensemos que eso es una grosería«, dijo, antes de expresar su exasperación por el silencio de los medios sobre el tema.

¿Qué demonios es esto? Tienes al ex primer ministro israelí viviendo en tu casa, has tenido todo este contacto con un gobierno extranjero, ¿trabajabas para el Mossad? ¿Dirigías una operación de chantaje para un gobierno extranjero?

Los comentarios de Carlson provocaron una dura condena del ex primer ministro israelí Naftali Bennett. «La acusación de que Jeffrey Epstein trabajaba de alguna manera para Israel o el Mossad dirigiendo una red de chantaje es categórica y totalmente falsa. La conducta de Epstein, tanto la criminal como la meramente despreciable, no tuvo nada que ver con el Mossad ni con el Estado de Israel», escribió.

Esta acusación es una mentira difundida por personalidades prominentes de internet como Tucker Carlson, que fingen saber cosas que no saben”, añadió, concluyendo que Israel estaba siendo atacado por una “ola viciosa de calumnias y mentiras”.

Sea cual sea la verdad sobre Epstein, es indiscutible que la poderosa familia Maxwell mantiene amplios vínculos con el poder estatal estadounidense, británico e israelí. También es indudable que, si la historia completa de sus actividades llegara a conocerse públicamente, incriminaría a un número significativo de las personas y organizaciones más poderosas del mundo. Quizás por eso Trump, en poco tiempo, ha pasado de prometer la publicación de los Archivos Epstein a la posibilidad de liberar a su cómplice.


Fuente: Rebelión

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