“No existe una gran diferencia entre un cuento de hadas y un discurso empresarial sobre el biogás, pasan cosas con la mierda pero al final de todo aparece inexorablemente un final feliz”
Francisco José Vaquero Robustillo, director de 'Vidas irrenovables', presenta este martes en Sevilla la película-documental sobre una problemática que se extiende por todo el país
¿Por qué un documental sobre el impacto de las energías renovables?
Es nuestra segunda película. Nosotros somos de un pueblo llamado Cabeza del Buey, en Badajoz, y decidimos que íbamos a hacer documentales ambientados en el mundo rural. Aunque más adelante salga una idea que no vaya por ahí. El primero fue sobre la ganadería y el segundo sobre esto porque empezamos a escuchar que todo este despliegue no se estaba llevando a cabo de la manera tan bonita que nos decían las instituciones.
Vimos que había un tema y se podía hacer un documental para denunciar cómo se estaba machacando al mundo rural con estas infraestructuras.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido cuando has hablado con gente afectada directamente?
Posiblemente el desamparo, lo indefensos y solos que están ante las administraciones públicas. No están teniendo en cuenta a las formas de vida y a las personas que llevan conviviendo con la naturaliza en los entornos rurales desde hace siglos. Ahora a esas personas se les está machacando y están desamparadas. Tienen una sensación de que nadie les protege ni les escucha cuando los primeros en escucharlos tendrían que ser las administraciones públicas, porque están para servirnos y no para servir a los intereses de las grandes corporaciones.
¿Cómo se produce ese abandono de las administraciones en relación a las grandes empresas que se instalan? ¿Los afectados se encuentran una maraña burocrática imposible de desenredar?
Exactamente. Es uno 'o lo tomas, o lo tomas'. O bien por lo que te vienen dando, que es lo que decida la empresa, o si no quieres entrar en el juego hablan con la administración, se declara de utilidad pública y se lleva a cabo la expropiación. Aquí paz y después gloria sin tener en cuenta absolutamente nada de esas personas.
En muchos casos ni siquiera estas personas se enteran de que tienen un proyecto encima hasta que está la construcción casi realizada. Ni siquiera los ayuntamientos les informan.
¿Qué hacen los afectados cuando se ven con el proyecto encima?
Principalmente te ves con el proyecto encima cuando van instalado en monte público. Cuando es privado te tiene que llegar una carta, aunque sea de protección. En Galicia, con uno público, sale un caso en la película en el que se enteraron cuando las máquinas estaban haciendo todas las vías para llevar la maquinaría al monte.
Los afectados se leen rápidamente los estudios de impacto ambiental, ven los estudios de patrimonio e intentan comprobar si es legal todo lo que aparece o tiene ilegalidades. Si tiene ilegalidades hay que alegar y si se ha pasado el plazo hay que ir a la vía judicial. Al final los ciudadanos tienen que hacer un trabajo que deberían estar haciendo personas a las que pagamos.
¿Lo rural sigue siendo de segunda en España?
De segunda, de tercera y de cuarta. Va incluso más allá con la importancia que tiene el sector primario en España. Podríamos ser, no solamente autosuficientes en todo tipo de materia, tanto en ganadería como agricultura, sino que podríamos exportar y que fuera una industria bastante potente.
Las administraciones están actuando, desde que se empezó la política agraria común pagando a los agricultores y ganaderos para que no produjeran, de tal manera que lo que están haciendo es matar a los pueblos y al sector primario.
En el documental hay testimonios que hablan de las grandes empresas del IBEX y la connivencia del Gobierno con ellas. ¿Qué hay detrás de la instalación de las energías renovables en España?
Pues debe haber muchas cosas y sabemos pocas. Lo que hay detrás supuestamente es una situación de emergencia climática. Pero hay que hacer las cosas con tranquilidad. Si hay una emergencia climática, destrozar el medioambiente para parar esa crisis no parece la solución más acertada. Creo que tiene que haber algo más. Para agilizar esos proyectos se utiliza dinero público y a las empresas les cuesta poco arriesgar, por no decir nada.
Se presentan a la subasta de los nodos de conexión y una vez que los tienen está subvencionado en gran parte. Es un negocio redondo. Te montan la infraestructura y lo que vayas produciendo es todo para ti. Al final creo que también hay mucho de especulación y aprovechar el momento como fue el ladrillo. Hay otras cosas que suelen salir en los debates de la película, pero es mejor que cada uno lo vea.
En la descripción de la película se puede leer que 'algo que venía para salvar el medioambiente y resurgir la vida de los pueblos, paradójicamente se está convirtiendo en todo lo contrario', ¿Cómo es posible esto?
Es posible no teniendo en cuenta absolutamente nada e instalando grandes infraestructuras industriales en entornos naturales, agrícolas o ganaderos sin tener en cuenta nada de esas actividades y del sector primario. Por ejemplo, instalando polígonos eólicos en zonas de un alto valor de biodiversidad donde existen especies de pájaros en peligro de extinción que además son importantes para el equilibrio de los ecosistemas.
O en zonas donde hay mucha densidad de murciélagos, que se dedican a controlar las plagas y entonces hay sitio. Es paradójico porque algo que viene a salvar lo que hace es destruir. Y con la agricultura y ganadería lo mismo. Si tenemos un problema de CO2, lo que mitiga eso es la fotosíntesis y, sin embargo, estamos destruyendo el campo de cultivo, que en su mayor parte del año se dedican a capturar carbono mediante esos cultivos para colocar hierros y una industria que no debería estar ahí.
¿Es posible la prosperidad económica y el respeto por el medio ambiente?
Sí, yo creo que totalmente. De hecho nuestros abuelos tuvieron una buena prosperidad económica y encima se levantaron después de un país que estaba hundido. Respetaban el medio ambiente totalmente. No creo que sea incompatible. Es incompatible con unos señores sin sensibilidad, a los que le da exactamente igual todo. Tanto desde las empresas como desde las instituciones. Legislan sobre algo que no tienen ni idea porque no han pisado un campo en su vida. Pero la gente de campo sí ha sido próspera y ha sabido cuidar y entender ese medio del que vivían.
¿La mitad sur del país vuelve a perder con todo esto?
Yo creo que pierde el país entero. No es una cuestión de mitad sur o norte. Hemos viajado mucho con la película y hay pocas comarcas en el país que estén libres de esto. Quizás La Rioja porque sí se legisló para poner un poco de coherencia y está habiendo menos proyectos allí.
¿Los proyectos medioambientales en la cultura están poco explorados o son poco mediáticos?
Hay muchos proyectos. Lo que no sé si los hay sobre la realidad de nuestro país porque es posible que se prefiera mirar para otro sitio. A lo mejor es más fácil denunciar algo que está a miles de kilómetros que lo que tenemos en casa. Hay proyectos de cine documental que denuncian estas cosas. Pero el lobby eléctrico quizás tenga mucho poder y hace que queden en segundo plano.
Fuente: lavozdelsur.es
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