jueves, 10 de marzo de 2011

El arte. Opinión de Rafael Carcelén

El arte


Por Rafael Carcelén
(Originalmente publicado en el semanario Valle de Elda)



De vez en cuando me gusta proponerles a los niños y niñas de Educación Infantil -de 3 a 5 años- pintar libremente con distintos materiales (ceras, acuarelas, pintura de dedos, etc.) y con distintos medios (sus propios dedos, pinceles, esponjas...), habitualmente sobre amplios murales de papel continuo: es indescriptible cómo gozan, cómo disfrutan expresándose sin ataduras, perdiéndose y encontrándose una y otra vez en el papel con rayas, trazos, garabatos, bioformas o manchas cuyo significado es alucinante cuando te lo explican. Sin duda, en sus manifestaciones muestran más rasgos de ellos mismos que del objeto que representan: en un castillo, por ejemplo, percibimos más sus miedos o sus fantasías que la fortaleza realmente.

Comentaba esta experiencia con una compañera maestra cuando, esbozando una media sonrisa, me preguntó dónde establecería yo la diferencia entre esta actividad con los chavales y el arte moderno. Contesté algo así como que la capacidad técnica o la intencionalidad propias de la pintura no están en el horizonte de los críos. Estos sólo pretenden expresarse, sacar su interioridad, de un modo espontáneo, con su ritmo y naturalidad y sin condicionamientos previos de ningún tipo.

La espontaneidad, la imaginación, la inocencia o el descondicionamiento de los niños también son considerados por el pintor. No en vano creadores cubistas, naif o surrealistas indagaron ya en el mundo infantil, en las culturas primitivas o en las manifestaciones de los enfermos mentales para entender cómo acceder a una expresión estética lo menos condicionada posible por la racionalidad y la conciencia. Andaba yo en estas disquisiciones cuando mi compañera me mostró un video de youtube. En él aparece una reportera que con un cuadro pintado por niños de 2 y 3 años, en una guardería, se va a la feria ARCO de 2007, lo cuelga y les pide opinión a expertos y visitantes. Unos hablan de desesperación o angustia en la mezcla de los colores; otros de erotismo y pulsión sexual o de un pintor muy experimentado; incluso hay quien opina que quince mil euros es un precio muy asequible para un cuadro así. Apasionante: pueden verlo en http://www.youtube.com/watch?v=Pj4MVtoNWZc

Un reportaje que pone de manifiesto la fragilidad del arte contemporáneo, la dificultad para distinguir las voces de los ecos (que diría Machado), los intereses que mueven el mercado del arte o simplemente con qué facilidad aflora en nosotros la estupidez y la pedantería. No sé a ustedes, pero a mí después de verlo se me amontonaron las preguntas: ¿cómo encajar esto?, ¿qué es el arte?, ¿qué pinto yo aquí?...

Rafael Carcelén es maestro de escuela en el CEIP Padre Manjón de  Elda. Poeta, lector apasionado y perpetuo observador, opina sobre la realidad que nos rodea, bien en su columna Entre col y col en el semanario Valle de Elda o en otros foros independientes y/ o alternativos.

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