Está realizado en un formato de 140x100 cm, en acrílico sobre tabla texturada.
El cuadro afronta el motivo de la feria desde 4 formas distintas de figuración: hiperrealista, representando el edificio Moneo como plano base; impresionista, figurando una escena representativa de la feria que se dibuja tras el muro del edificio; pop-art, en las siluetas de los columpios volando sobre el plano del edificio buscando un efecto de movimiento y de ruptura con la realidad; y finalmente, realista, con las grietas que fracturan el total creando una atmósfera temporal que unifica los diversos planos.
La intención es conseguir unir la representatividad de un elemento identificativo y principal de la ciudad de Murcia como es el edificio Moneo, con la intemporalidad de la imagen que se repite cada día en cada feria de cualquier lugar y la ilusión representada por los columpios donde las personas simulan volar abriendo los brazos al viento y a la alegría. Finalmente, la bruma generada por las grietas y veladuras sugiere la fantasía que se produce en nuestra mente al recordar otras experiencias anteriores similares.
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