Almandrade: Poética de la levedad
Por Nicolas BernardEl trabajo de Almandrade, tanto el pictórico como el lingüístico, se ha impuesto a lo largo de todos estos años como un lugar de reflexión solitario y al margen de la escena cultural de Bahía. Después de unos primeros ensayos figurativos, en los inicios de la década de los 70, cuando ganó una Mención Especial en el Primer Salón Estudiantil en 1972, su investigación plástica se encaminó hacia el abstraccionismo geométrico y el arte conceptual.
Como poeta, manteniendo contacto con la poesía concreta y con los poemas/proceso, produjo una serie de poemas visuales. Con un estudio más riguroso del constructivismo y del arte conceptual, su arte se desarrolla entre la geometría y el concepto. Diseños en blanco y negro, objetos y proyectos de instalaciones, esencialmente cerebrales, basados en un procedimiento primoroso de tratar cuestiones prácticas y conceptuales, marcan la producción de este artista en la segunda década de los 70.
Un escultor que trabaja con el color y con el espacio y un pintor que medita sobre la forma, el trazo y el color en la pantalla. El arte de Almandrade dialoga con ciertas referencias de la modernidad, reinventando nuevas lecturas. Trabaja con un mínimo de elementos pictóricos, dos o tres colores, dos planos, dos o tres texturas, un trazo, etc. Algo creativo que menospreciamos a primera vista, pero que cuando estamos inmersos en el clima que nos ofrece, encontramos como algo nuevo. La simplicidad que predomina en las composiciones despierta la imaginación y el raciocinio.
Su poesía también traduce ese principio de una poética de lo mínimo y de la levedad. Pocas palabras, versos cortos y sueltos, sintéticos, muchos sin títulos y sin adornos. Artista plástico, poeta y arquitecto, Almandrade (Antônio Luiz M. Andrade) es un pionero de la contemporaneidad en Bahía, pero sin el reconocimiento que merece su trabajo. Como dijo en cierta ocasión el poeta Cleber Borges: "Almandrade es uno de aquellos personajes aparentemente descolocados en el espacio y en el tiempo, que parece caminar hacia un lado, cuando el reloj insiste en avanzar hacia delante". Así es su poesía y su arte
Su arte y su poesía, para unos pocos, están siendo reconocidos en Brasil y en el exterior. En 1997 participa de la antología Internacional Poetry Review, con un poema traducido por el poeta americano Steven White. Hoy, el arte y la poesía de Almandrade representan el otro lado de Bahía y tiene como tema de reflexión el propio arte y el estar en el mundo. Se destaca por la diferencia y por una trayectoria singular. Como afirma el poeta Haroldo Cajazeira, Almandrade, sin dejarse devorar por la provincia, produce con su arte "un saber sobre la imposibilidad de consistencia de un sistema de signos."
El nombre Almandrade -en realidad el artista se llama Antônio Luiz M. Andrade- está asociado a una singular estrategia dentro de lo que se llama arte contemporáneo. El artista plástico, poeta y arquitecto ha producido una obra que se encamina hacia una estética minimalista, hacia una poética que se expresa utilizando un vocabulario mínimo, ya sea pictórico o linguístico. Almandrade es uno de los principales nombres de la poesía visual de Brasil de los años 70.
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