Como un reguero de pólvora, la noticia de la liberación del fundador de Wikileaks se espació por todos los celulares del mundo. El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó sobre un acuerdo para que se declarara culpable de un solo cargo de violación de la Ley de Espionaje.
Leamos un poco a The New York Times:
Julián Assange, el fundador de WikiLeaks, acordó declararse culpable el lunes de un solo delito grave de obtener y revelar ilegalmente material de seguridad nacional a cambio de su liberación de una prisión británica, poniendo fin a su largo y amargo enfrentamiento con Estados Unidos.
A Assange, de 52 años, se le concedió su solicitud de comparecer ante un juez federal en uno de los puestos más remotos del poder judicial federal, el tribunal de Saipan, la capital de las Islas Marianas del Norte, según un breve expediente judicial hecho público tarde. Lunes. Se espera que sea sentenciado a unos cinco años, el equivalente al tiempo que ya cumplió en Gran Bretaña, según un funcionario encargado de hacer cumplir la ley familiarizado con los términos del acuerdo.
Fue un giro final apropiado en el caso contra Assange, quien tenazmente se opuso a la extradición a Estados Unidos continental. Las islas son una comunidad estadounidense en medio del Océano Pacífico, y mucho más cerca de la Australia natal de Assange, de donde es ciudadano, que los tribunales de los Estados Unidos continentales o Hawai.
Poco después de que se revelara el acuerdo, WikiLeaks dijo que Assange había abandonado Londres . Está previsto que Assange comparezca en Saipán a las 9 am, hora local, el miércoles y se espera que vuele de regreso a Australia "al concluir el procedimiento", escribió en un comunicado Matthew J. McKenzie, funcionario de la división antiterrorista del Departamento de Justicia. carta al juez del caso.
Salvo inconvenientes de último momento, el acuerdo pondría fin a una batalla prolongada que comenzó después de que Assange fuera alternativamente celebrado y vilipendiado por revelar secretos de Estado en la década de 2010.
Entre ellos se incluía material sobre la actividad militar estadounidense en Irak y Afganistán , así como cables confidenciales compartidos entre diplomáticos . Durante la campaña de 2016, WikiLeaks publicó miles de correos electrónicos robados del Comité Nacional Demócrata, lo que generó revelaciones que avergonzaron al partido y a la campaña de Hillary Clinton.
En 2019, un gran jurado federal acusó a Assange de 18 cargos relacionados con la difusión de WikiLeaks de una amplia gama de documentos de seguridad nacional. Entre ellos se incluía un tesoro de materiales enviados a la organización por Chelsea Manning, ex analista de inteligencia del ejército estadounidense que entregó información sobre planificación y operaciones militares casi una década antes.
De ser declarado culpable, Assange podría haber enfrentado un máximo de 170 años en una prisión federal. Hasta el lunes por la noche, Assange había estado recluido en Belmarsh, una de las prisiones de mayor seguridad de Gran Bretaña, en el sureste de Londres.
Assange estuvo confinado en una celda durante 23 horas al día, comiendo solo en una bandeja, rodeado de 232 libros y solo se le permitía una hora al día para hacer ejercicio en el patio de la prisión, según un relato publicado en The Nation este año. .Cuando se le preguntó sobre su palidez, Assange, que no ha podido salir a la calle sin supervisión durante más de una década, bromeó: "Lo llaman palidez de prisión".
Su liberación no fue inesperada. A principios de este año, el Primer Ministro Anthony Albanese de Australia sugirió que los fiscales estadounidenses debían concluir el caso, y el presidente Biden señaló que estaba abierto a una resolución rápida. Altos funcionarios del Departamento de Justicia aceptaron un acuerdo sin pena de prisión adicional porque Assange ya había cumplido más años que la mayoría de las personas acusadas de un delito similar (en este caso, más de cinco años de prisión en Gran Bretaña).
Assange estaba en pleno proceso de apelación contra su extradición a Estados Unidos frente al Tribunal Superior de Justicia por no haber tenido en cuenta aspectos fundamentales del caso.
La defensa de Assange dio los siguientes argumentos para justificar su apelación:
1º/ El tratado de extradición entre Estados Unidos y el Reino Unido prohíbe claramente la extradición por delitos políticos.
2º/ Los delitos por los que se procesa a Assange, a saber, el espionaje, entran en la categoría de delitos políticos “puros” o “evidentes”.
3º/ Fue un “abuso de proceso” que Estados Unidos solicitara la extradición de Assange por delitos políticos.
4º/ Extraditar a Assange en violación del tratado de extradición “resultaría en una detención arbitraria” y en violación del artículo 5 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
5º/ La extradición representaría una “negación flagrante” de su derecho a la libertad de expresión según el artículo 10 del CEDH, incluida la posibilidad de que se le nieguen protecciones según la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
6º/ Permitir que Assange sea procesado en virtud de la Ley de Espionaje de EE. UU., cuando ningún otro periodista o editor lo ha sido nunca, viola su derecho del Artículo 7 a no ser procesado por actos que no constituían delitos en el momento de sus acciones.
7º/ Assange no recibiría un juicio justo en EE.UU.
Además según los abogados de Assange, la jueza que dictó el fallo no tuvo en información clave surgida durante el proceso. En concreto, la filtración, hecha por Yahoo News, de que altos mandos de la CIA y la Administración Trump habían considerado asesinar al periodista después de que Wikileaks revelase los programas de piratería informática de la CIA.
La liberación de Assange llegó justo cuando en las audiencias judiciales se reveló está bajo un espectro de autismo, quizás provocado durante sus días de encierro. Lo que nos lleva hablar de su experiencia en la cárcel para terroristas.
A principios de 2021, la jueza británica Vanessa Baraitser rechazó la extradición de Assange por sus problemas de salud mental.
Para darse una dimensión: Nilz Melzer, relator de la ONU para la Tortura, lo visitó en la cárcel de Belmarsh, dedicada a encarcelar "terroristas". Para Melzer; Assange sufrió un régimen de aislamiento que puede ser considerado una forma de tortura "psicológica". Según él, el sufrimiento progresivamente infringido “como resultado de su prolongado confinamiento solitario, equivale no solo a una detención arbitraria, sino también a tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes”.
En mayo de 2019, el relator visitó a Assange en la cárcel junto a dos expertos médicos. Su conclusión, por ese entonces, fue similar a la de ahora; que había sido “expuesto a una tortura psicológica prolongada, lo que le ha generado un ansiedad crónica y traumas psicológicos".
Cuatro años antes, el Grupo de la ONU sobre la Detención Arbitraria había emitido un informe en el que concluía que Assange “había sido sometido a diversas formas de privación arbitraria de la libertad, como diez días de detención en la prisión de Wandsworth de Londres, 550 días de arresto domiciliario y la continuación de la privación de libertad en la Embajada de Ecuador en Londres que duró casi siete años”.
“Assange no es un enfermo mental, es un hombre inteligente y resistente. Si ahora sufre de problemas mentales, como una ansiedad constante, es por el abuso que ha sufrido en prisión”, remarcó Melzer en una entrevista a RT. La jueza británica Vanessa Baraitser le dio la razón. En su fallo dijo; “la impresión es de un hombre deprimido y algunas veces desesperado que teme por su futuro. Estoy convencida que los procedimientos descritos por EE.UU. no evitarán que el señor Assange encuentre una manera de suicidarse. Por esa razón he decidido que la extradición sería opresiva por causa de su daño mental“.
Pero el fallo fue apelado por la Fiscalía británica, que representa a EEUU, en el Tribunal Superior de Londres. Dicho tribunal tiene magistrados relacionados con los funcionarios británicos que trabajaron en la detención y persecución de Assange.
"El Lord Presidente del Tribunal Supremo Ian Burnett, el juez a cargo del destino de Julian Assange, es un amigo personal cercano de Sir Alan Duncan, quien como ministro de Relaciones Exteriores arregló el desalojo de Assange de la embajada ecuatoriana", según Declassified.
El Tribunal Superior de Londres, por supuesto, ordenó la extradición de Assange por considerar que su salud estaría garantizada en Estados Unidos Más allá de su obvia decisión, datos como estos remarcan el papel de Gran Bretaña en la persecución de Assange. Alan Duncan, exministro de Relaciones Exteriores, fue clave en la detención del fundador de Wikileaks.
En marzo de 2018, Duncan escribió en su diario; “creo que casi llegamos a un acuerdo con Ecuador para sacar a Julian Assange de su embajada en Londres. Han sido necesarios meses de negociaciones delicadas, pero casi casi".
Desde la llegada de Lenin Moreno a la presidencia de Ecuador, Duncan habló por teléfono con el canciller ecuatoriano, José Valencia, y varias comitivas británicas visitaron Quito para convencer a las autoridades sobre la entrega de Assange. Mientras Assange era espiado por una empresa española de seguridad a cargo de la embajada de Ecuador en Londres.
Incluso, esta compañía privada, UC Global , colaboró con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) luego de ser contratada por el servicio de inteligencia de Ecuador. Para el 11 de abril de 2018, día de la expulsión de Assange, Duncan ya sabía lo que iba a suceder. Con rapidez siguió toda la detención del fundador de Wikileaks desde una sala de operaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña.
"De repente, el juego está en marcha: me dijeron que Assange saldrá de la embajada [ecuatoriana] hoy. De modo que dejo todo y me dirijo a la Sala de Operaciones en la parte superior del Ministerio de Relaciones Exteriores". escribió en su diario. "La Operación Pelícano está en marcha, debidamente asistida por un funcionario que lleva una corbata con motivos de pelícano”, agregó.
En junio de 2019, el propio Duncan organizó una fiesta en su oficina para festejar el encarcelamiento de Assange. En julio de 2019, el canciller le agradeció en persona a Lenin Moreno, presidente de Ecuador, en un encuentro en el país. “Le di un hermoso plato de porcelana de la tienda de regalos del Palacio de Buckingham. El trabajo está hecho", escribió en su diario.
"Los costos combinados de los tribunales, los fiscales y la prisión utilizados para el caso de extradición de Assange ascienden a 433 mil dólares”, según la estimación de Declassifieduk sobre lo gastado por Gran Bretaña en el caso Assange. La liberación de Assange, sin lugar a dudas, es un acto de humillación para las autoridades británicas que tantos recursos, y prestigio, gastaron para encerrarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario