jueves, 28 de octubre de 2010

Reseña y reportaje de la presentación del poemario "Ángel de Guerra", de Antonia Bocero, en Madrid

El pasado jueves 21 octubre de 2010 ha tenido lugar  en Madrid la presentación del poemario de Antonia Bocero “Ángel de guerra”. El acto se desarrolló en salón de conferencias de la A.C.E. C/ Covarrubias, 3, y estuvo muy concurrido de público. Entre los presentes se hallaban Luis Cañadas (el gran pintor indaliano), Manuel A. Machado (sobrino-nieto de Antonio Machado), Santiago Tena (poeta) o Fernando Sabido Sánchez (ex político y poeta).


La presentación del poemario corrió a cargo del poeta almeriense Aureliano Cañadas, quien destacó en su intervención que, como ha escrito Antonio Muñoz Molina: “La poesía es un estado de máxima intensidad expresiva que muchas veces está ausente de los libros de versos”. Y añadiría: y presente en el poemario “Ángel de guerra”. Y es que, repito, Antonia Bocero consigue ese estado de máxima intensidad expresiva  en este poemario que quizá no hubiera podido ser escrito sin las conquistas de los poetas surrealistas, aunque, más que surrealista, por el esplendor de sus imágenes, si no hay nada nuevo bajo el sol, encuentro que tiene un sabor simbolista, porque crea una atmósfera especial, a veces obsesiva, que nos arrastra, misteriosamente, hasta la última etapa de las vivencias de ese personaje.


Porque “Ángel de guerra”, todo él, tiene algo de imagen onírica, pero es también, al mismo tiempo, el frío reflejo de nuestra realidad. Hay algo también en este poemario que tiene un regusto a “Divina comedia”, una “Divina Comedia” sin Dios ni Satán. Es ese ir ascendiendo, en lo que llamaría una ascensión inversa porque lleva al protagonista hasta la sexta planta, hasta ese mundo cerrado, a ese infierno de donde no puede escapar.

 Con Luis y Aureliano Cañadas

“Ángel de guerra” es un poemario frío, pero que quema como el hielo quema, ante el cual no sabemos si nos encontramos ante poesía épica, lírica o social: supera estos conceptos  y  nos entrega el mundo tal cual es: cruel y magnífico. (…) La realidad se nos da no directamente, sino a través una constante manipulación de los medios audiovisuales (“Sube el volumen”/ “Zapea”). Es “un viaje que no tienes horas”, que “…muestra la vida pisoteada/ por pájaros bestiales”.  Todas las contradicciones, todos las incertidumbres de la sociedad, se le van mostrando al protagonista, que pasa hasta por “la sociedad bienpensante” y a nosotros mismos. Insisto en que la contemplación de la realidad no se produce directamente, el protagonista no la contempla directamente, sino a través  de un constante “zapping”. Y es ese método lo permite una visión global y deshumanizada de la realidad.

Aureliano Cañadas


Con Fernando Sabido y Manuel A. Machado 



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