domingo, 24 de octubre de 2010

Palabras de Francisco Domene sobre el poemario Ángel de guerra, de Antonia Bocero

El  libro Ángel de Guerra me ha gustado mucho, en particular los poemas de las plantas quinta y sexta, sobre todo los de la quinta.


Me parece un libro muy meditado y muy bien escrito, y desde luego inquietante, en el sentido bueno, en el sentido de creer en esa necesidad estilística y conceptual de que el verso debe resultar como poco amenazador, tanto para el que lo escribe como para el que lo lee.

Los poemas no dejan indiferente. Erizan el cabello, provocan, enfadan a veces, echan otras un puñado de tierra a los ojos, o soplan un airecillo luminoso y encubridor. Hay momentos en los que no parece haber tregua entre poeta y lector en ese juego de imaginarios: la sucesión de sombras en el escenario onírico en el que se encuadran muchos versos, a la vez que sobresalta, entusiasma.


Sí, este libro confirma lo que adelantaba el anterior, Camino a Sérifos: la poesía de Antonia Bocero es elegante, culta, vigorosa, saboreable. Acostumbrado a leer sartas de pamplinas, el libro ha sido una enorme satisfacción: no encuentro en él pizca de cursilería, nada de afectación, nada de lugares comunes, nada de trivialidad. Gracias a la autora. Sin duda los lectores sabrán disfrutarlo.

Francisco Domene

Francisco Domene es, esencialmente, poeta; pero ha escrito indistintamente poesía, ensayo, relatos y novelas. Ejercercomo profesor de Geografía e Historia. Le han sido otorgados numerosos premios, como el “Blas de Otero” (1998)  o el “Antonio Machado” (1995). Algunos de sus libros a citar son: “Libro de las horas”, “Propósito de enmienda”, “Falso Testimonio” o “El cristal de las doce”.

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