lunes, 21 de junio de 2010

Presentación de GENERACION IGLU. BARCELONA 2012-2017, de Javier de Pilar

Barcelona con el alma enferma de inquietud. Colón perdiendo pie a orillas de un Mediterráneo que acecha con cara de póker. Una alcaldesa asustada y un grupo de personajes llenos de cicatrices. Esos son los ingredientes de una novela sobre la “buena mala suerte”, que abre un roto en el futuro y nos invita a echar un vistazo.



Generación Iglú consigue implantar en el cerebro del lector una semilla ácida y la hace germinar con dosis controladas de sexo, humor y violencia.

Entre sus letras, a cada minuto, Pandora nos grita que ya sólo un remache aguanta la tapa de su caja, pero su voz se enfrenta a una sordera pertinaz.

Algunos verán en sus páginas los ingredientes de una novela policíaca, otros creerán reconocer un tinte científico o filosófico. La próxima generación no tendrá dudas, sabrá que tiene en sus manos un manual para la supervivencia.

Generación iglú hace una terrorífica apuesta de futuro. Mucha gente presiente que “algo” malo está por suceder… ¿sucederá? ¿“Presentimiento” es a “suceso” como “acción” a “consecuencia”?

El autor trata de que el lector clave los ojos en un futuro que nos empeñamos en observar con demasiada lejanía y, quizás, eso provoque que algunos acontecimientos terminen sorprendiéndonos a pesar de estar ampliamente anunciados.

Creemos en la fortaleza de nuestra sociedad. Una sociedad capaz de controlarnos a diario y de denunciarnos si orinamos en una esquina, pero que resiste mal los achuchones del miedo. Tiene más facilidad de la que creemos para perder el control y precipitarse al vacío.

La trama se alimenta de personajes con “tara” y de una evidencia que la mayoría nos empeñamos en negar: “el futuro se ha desplomado sobre el presente y el aíre huele a tragedia… sólo unos pocos corren en la dirección adecuada”.

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